Como la crisis actual en la frontera de Rusia con Ucrania podría desembocar –deseo profundamente que no- en la Tercera Guerra Mundial, la mirada internacional se centra en los personajes en quienes recae la responsabilidad de tomar las últimas decisiones; Angela Merkel (Hamburgo, República Federal de Alemania, 17 de julio de 1954) es uno de ellos.
Tanto Putin como Angela son lo que en el argot del poder se denominan “animales políticos”, cuyo punto de encuentro hoy se llama Ucrania, nación con el segundo ejército más grande en Europa, después de Rusia y cuyo crecimiento económico en el siglo XXI ha sido de 7% de su P.I.B. anual, además de ser el sitio estratégico para la política energética impulsada por Merkel en Alemania.
Desde el año 1919, el geógrafo Sir Halford John Mackinder, desarrolló la tesis de que este punto entre Asia Central y Europa del Este eran el centro estratégico del planeta Heartland (corazón del mundo). Por ello, años más tarde Hitler pretendió extender las fronteras de Alemania e incluir a Ucrania y todos los países del Cáucaso.
En los tiempos de la llamada Guerra Fría y de la división alemana, Angela creció del lado socialista, lo que le permite tener un profundo conocimiento sobre Rusia, pero también tuvo la oportunidad de forjarse en el ámbito capitalista. Angela habla perfectamente el idioma ruso y también el inglés.
Merkel es una enigmática personalidad que combina en su trayectoria la formación e inclinación por las ciencias exactas y el mundo caótico de la política.
Angela Dorothea Kasner o Angela Merkel cursó estudios universitarios de Física y posteriormente laboró en la Academia de Ciencias de Berlín. El tema de investigación de Merkel es la química cuántica.
La formación científica de Angela centrada en la observación detallada de los diversos fenómenos que tiene enfrente y la toma de decisiones sin apasionamientos son dos de sus cualidades destacadas.
Con Margaret Thatcher, “La Dama de Hierro”, comparte rasgos como su formación en ciencias exactas, militancia en partido político conservador y la ocupación del máximo cargo de su país de origen en tiempos de extrema tensión con el coloso ruso.
En los últimos diez años, la revista Forbes ha ubicado a Angela Merkel como una de las mujeres más poderosas del mundo, en siete ocasiones ha ocupado el primer lugar.
Después de la caída del Muro de Berlín en 1989, Merkel se incorporó al partido político la Unión Demócrata Cristiana (CDU), y poco después fue nombrada como parte del gabinete de Helmut Kohl.
Ella también es el primer ex ciudadano de la República Democrática Alemana para dirigir la Alemania reunificada y la primera mujer en dirigir Alemania. Desde el año 2000 es presidenta de la CDU y a partir del 2005 es canciller de su país, desde donde en 2007 impulsó la fundación de la Unión Europea.
Aunque Merkel, recientemente ha declarado que “millones de ciudadanos que viven en países no democráticos están ahora mismo observándonos atentamente, para ver cómo el mundo democrático se defiende en casos de amenaza, si observamos nuestra soberana seguridad por encima de todo o si ofrece un eje atractivo de protección al individuo”.
Como usted recordará, en el pasado artículo “La crisis Rusia – Ucrania y las áreas de “exclusividad” de las superpotencias”, le mencionaba que: En gran medida, la aparente estabilidad en la que entró la paz mundial posterior a la Guerra Fría se debió al respeto del acuerdo no escrito entre superpotencias de no incidir, invadir, penetrar o apropiarse de las zonas de influencia de las otras.
Ahora la pregunta es ¿Angela Merkel mantendrá esta postura ante Ucrania como nación estratégica para Alemania? ¿Cómo actuará la científica Merkel?
