La única opción que tiene para que su partido y él obtengan buenas cuentas en los comicios a diputados federales sería mediante un pacto con el gobernador Rafael Moreno Valle.
El poblano sería el único que podría darle buenas cuentas, toda vez que ni la dirigencia priista y mucho menos las delegaciones federales sirven para algo.
La Cruzada Contra el Hambre en Puebla suele evaluarse en una mesa del restaurante La Encomienda, donde proliferan los cortes y el alcohol.
Ahí, se han observado al subsecretario de Sedesol, Juan Carlos Lastiri; al delegado Juan Manuel Vega Rayet; y hasta a la delegada de Oportunidades, Nancy de la Sierra.
Las otras delegaciones, a un año de gobierno de Peña Nieto no tienen nada que celebrar y tampoco presumir. Son una vergüenza, reflejo de la mediocridad del presidente de la República.
Los programas federales resultan inexistentes, los titulares salieron inexpertos, predomina la burocracia panista de 12 años y, lo peor, el recurso federal no se cansa de presumirlo el gobierno de Moreno Valle, porque el de Peña, nada más nada.
Hay delegaciones federales en Puebla donde el chismorreo, la prepotencia y las payasadas del personal son una constante.
EL ISSSTE
El caso más ilustrativo es la delegación del ISSSTE, donde no bajan de pelele al nuevo titular José Alvarado Parra Salazar.
Es un médico capaz, pero un administrador incapaz.
Sus subdelegados administrativos y de prestaciones, Mauricio Toledo Minutti y Sandra Paola Rodríguez Gómez, quienes fueron nombrados a nivel federal, ni pelan al doc.
Ambos funcionarios en lo suyo, la nueva práctica en el servicio público federal: BDSM
Lo grave en la delegación del ISSSTE es el manejo discrecional de los préstamos por parte de Sandra Paola, donde se operan cifras escandalosas y métodos muy heterodoxos, fuera de los cauces legales.
Algunos sindicalizados han denunciado públicamente la venta de créditos verdes en mil a tres mil pesos y un porcentaje referente a los préstamos rojos.
El tráfico de las prestaciones de los trabajadores del ISSSTE en Puebla es evidente, mientras el gobierno de Peña Nieto está sumergido en la mediocridad.
Lo único que interesa del delegado es su firma, pues Paola todo lo opera con Mauricio Toledo, ambos confabulados con María Mireya Alcántara Rosas, jefa del Departamento de Afiliación y Prestaciones Económicas.
La pasividad del delegado del ISSSTE ante los malos manejos podría implicar que se lleva tajada.
Sin contar con las frivolidades de Fausto Gutiérrez Ramírez, jefe de la Unidad de Atención al Derechohabiente y Comunicación Social, quien presume ser especialista, aunque carece de educación de género.
Hoy quiere encabezar cualquier acto público. Es más, si asiste a un velorio, quiere ser el muerto.
@AleMondras
