Casarte es como ir a un restaurante con amigos. Pides lo que deseas y cuando ves lo que el otro tiene, te gustaría haber pedido eso.
El hombre está incompleto hasta que se casa; luego, está terminado.
Un niño le pregunta a su padre: “Papá, ¿cuánto cuesta casarse?”
El padre le dijo: “No sé hijo, yo todavía estoy pagando”.
Papá, ¿es verdad que en muchos países de África un hombre no conoce a su mujer hasta que se casa?” —“Eso sucede en todos lados, hijo”.