Con 37 votos a favor, uno en contra y una abstención Puebla se convirtió en la quinta entidad que permitirá el voto de connacionales en los comicios para elegir gobernador en el proceso electoral del 2018.
Por el momento, el Instituto Electoral del Estado no tiene estructura ni recursos para atender el voto de los poblanos en el extranjero pero aplaudió la iniciativa porque estimulará la participación ciudadana.
Al respecto la consejera, Olga Lazcano Ponce, advirtió además que tras la aprobación de la reforma al Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado estarán pendientes de la ley secundaria para participar en su elaboración pues deberán aportar las proyecciones presupuestales así como los trabajos concernientes a la integración de los padrones electorales y la forma en que se enviarán y recibirán los sufragios.
Por separado el diputado local del PRI, Ernesto Leyva Cordova,-coautor de la iniciativa- consideró la aprobación como un reconocimiento a la importancia que tiene la comunidad migrante, además de que garantiza los derechos políticos que tienen los poblanos aún cuando están fuera del territorio mexicano.
“Es la cristalización de un sueño y de años de trabajo de los integrantes de la Comisión de Migración y Asuntos Internacionales de la actual legislatura”, dijo.
Por su parte el diputado del PAN, Rafael Von Raesfeld Porras, -coautor de la iniciativa- recordó que los partidos políticos y sus candidatos a gobernador no podrán realizar campaña electoral en el extranjero.
Asimismo, durante el proceso electoral, en ningún caso y por ninguna circunstancia los partidos políticos utilizarán recursos provenientes de financiamiento público o privado, en cualquiera de sus modalidades, para financiar actividades ordinarias o de campaña en el extranjero.
La violación a esta disposición por parte de los partidos políticos o candidatos, que sea realizada por cualquier forma o medio, generará las responsabilidades a que haya lugar.
Ante el problema que enfrentan los connacionales por la falta de la credencial para votar, el cual es el único medio para poder ejercer su derecho a voto, propuso reformas a nivel federal para que se puedan firmar Convenios entre la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Federal Electoral, para que se puedan emitir las credenciales a través de las representaciones en el exterior, tales como Embajadas y Consulados.
En ese sentido sostuvo que la poca participación de los mexicanos en el exterior ha sido producto de la falta de instrumentos necesarios para hacerlo más que por falta de interés. Citó como ejemplo las elecciones federales de 2012 en las que se recibieron 401, 737 y de los países que más se recibieron fueron de Estados Unidos de América, Canadá, España, Francia, Alemania y Gran Bretaña y de los que menos se recibieron figuran Sri Lanka, Puerto Rico, Mata, Maldivas, Macao, Lituania, Kosovo, Gabón, Egipto, Burundi, Azerbaiyán.
Sobre el particular detalló que los Congresos locales de Tamaulipas, Querétaro, Zacatecas, Distrito Federal, Estado de México, Guerrero, Chiapas se adhirieron ya al exhorto que el Congreso de Puebla envió al Congreso de la Unión para permitir la credencialización en el exterior.
Por otra parte recordó además que en 2006, la primera vez en que fue posible votar desde el extranjero para la elección de presidente de México, se gastó 238.4 millones de pesos y se recibieron 32,632 sufragios válidos.
Para la pasada elección federal cada uno de los 40,714 emitidos por mexicanos residentes en el extranjero costó 4,989 pesos al Instituto Federa Electoral (IFE).
En 2011, el IFE destinó 96 millones de pesos para la organización del voto desde el exterior y, en 2012, otros 107.1 millones de pesos para el mismo motivo.
Este sistema para que los mexicanos pudieran participar en la elección presidencial independientemente de su país de residencia, costó en total al erario público 203.1 millones de pesos.
El sexenio pasado el costo de cada voto migrante fue de 7,306 pesos (aproximadamente 9,421 pesos si se considera la inflación).
Recordó que el consejero del IFE en el 2006, Benito Nacif, reinvidicó la necesidad de que el Estado mexicano redoble esfuerzos por garantizar este derecho a quienes viven en el extranjero y lamentó los obstáculos que tiene implícitos el modelo actual, así como las críticas por los costos que representa para el IFE.
Refirió que el modelo postal implicó, por ejemplo, que se perdieran uno de cada tres sufragios de quienes se inscribieron en el padrón especial, esto es, alrededor de 20 mil votos; además, tuvieron problemas las personas a quienes se les envió el kit electoral para que sufragaran, y 7 de cada 10 solicitudes que se bajaron por Internet, también se perdieron; por lo que hace a 17 por ciento de los formatos llenados en los consulados con asesores contratados por el IFE, no se depositaron en la urna y no llegaron. Cada uno de ellos costó al IFE unos 40 dólares.
