Qué pitos, diablos y flautas toca en la sucesión por Casa Puebla.
La izquierda conforme consultadas realizadas podría recurrir a un perfil ciudadano y aprovechar su discurso de género en la ecologista Verónica Mastretta, quien cuenta con un buen cartel en los grupos ligados, por ejemplo, a Andrés Manuel López Obrador.
Lo que queda del cardenismo tampoco la objetaría.
Algo que abonó a la causa de Mastretta fue su abierto enfrentamiento al gobierno de Mario Marín por el tema del parque del Arte, donde la señora fue incluso blanco de descalificaciones.
No falta quien en el análisis opine que la izquierda podría aprovechar la posición antimarinista de Enrique Doger Guerrero, ex alcalde de Puebla.
Cuenta con operadores como Enrique Condés.
Sin embargo, con el ego del ex edil ¿estaría dispuesto a ser comparsa priísta o terminar en la ignominia electoral?.
Tampoco hay que olvidar que el Plan B de Doger en caso de que los priístas lo rechacen, como todo apunta, sea el Partido Acción Nacional en una alianza con el senador Rafael Moreno Valle.
Convergencia tiene en Susana Wuotto una opción, aunque no se descarta se sume por directrices nacionales a la propuesta perredista.
Incapaz de capitalizar movimientos sociales como el registrado con el escándalo de Lydia Cacho, la izquierda local divaga entre la negligencia y cooptación política.
En el ámbito federal, gracias a Andrés Manuel López Obrador se colocó en el 2006 la izquierda como segunda fuerza electoral, pero poco los duró el gusto.
En términos electorales locales, un año después, no llegó a representar ni 10 por ciento de la votación en su conjunto (PRD, PT y Convergencia).
La izquierda está condenada a ser pues comparsa en la guerra sucia con la derecha o en su defecto terminar en la ignominia electoral.
Y es que en esta coyuntura con un PRI y PAN plagados de opciones para la gubernatura, el PRD está en una fraticida guerra interna entre las tribus que lo conforman, el PT sigue como apéndice del sistema y Convergencia estrenó en Susana Woutto como lideresa.
El movimiento de la Convención Nacional Democrática que busca capitalizar la fuerza de López Obrador en el país es objeto de censuras de la propia izquierda local que pretende mantener sus cuotas de poder para seguir en la nómina oficial.
El único que ha levantado la mano para cabildear entre grupos antimarinistas y antiyunque una posibilidad es el diputado local del PT, José Manuel Pérez Vega, mejor conocido como “Pepe Momoxpan”.
¿Y los demás?.
¿Glockner? ¿Malpica? ¿Ornelas?.
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