“Un plauso al compadrito”, se escuchó entre la gente.
El funcionario rió con incertidumbre. Le tomó por sorpresa.
Ante la insistencia de los parroquianos del municipio de Coronango, Fernando Manzanilla Prieto se comprometió a ser padrino de generación de un grupo de infantes que en junio se graduarán de Educación Inicial.
“Ya amarramos, ahora sólo a venir al mole”, remató el hombre de sombrero y bigote pronunciado.
En ese lugar, minutos antes, Manzanilla, secretario General de Gobierno habló de seguridad.
Se manifestó por la denuncia ciudadana, por combatir a la delincuencia.
También pugnó por el trabajo de colaboración entre gobierno y gobernados.
Alabó el proyecto de Enrique Peña Nieto en el rubro de la prevención del delito.
Explicó qué es la cadena del crimen y cómo romperla.
Se remontó una década atrás, donde los ingresos eran la prioridad de la gente; hoy es la seguridad, informó.
“Sin seguridad no hay nada más”.
Insistió en la participación ciudadana, en el combate, en la denuncia, en la prevención.
Y tras los aplausos, hizo entrega simbólica de cinco alarmas vecinales, pero la suma total fue de 120 a igual número de Comités de Paz Social, integrados por vecinos de Cuautlancingo, San Pedro Cholula y Coronango.
Al término dejó en claro que este tema, el de la seguridad, debe estar alejado de discursos con fines políticos.
“En épocas electorales tratan de politizar las cosas”.
Y después justificó: “Nosotros llevamos dos años con estos Comités de Paz Social”.
Sin embargo, al final reconoció que está a la espera:
“He dicho que estoy esperando la convocatoria del Partido Acción Nacional para tomar una decisión, pero aún no se ha dado”.
Y subió a su camioneta, dejando atrás a la señora entrada en años, que le dio aliento a sus aspiraciones: “Estamos con usted, usted sí trabaja”.