El gobierno de Rafael Moreno Valle y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla, no están interesados en escuchar a los periodistas poblanos para saber qué piensan sobre la Libertad de Expresión, los mecanismos de protección que se han generado a nivel federal, los retos que enfrentan ante una sociedad más activa y demandante, y su relación con los círculos de poder.
Al menos eso quedó en evidencia con la cancelación de último momento del secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla y del ombusman, Adolfo López Badillo quienes participarían en el Foro “Periodismo Bajo Amenaza” que se realizó en el auditorio del Tecnológico de Monterrey.
La mesa 2 titulada “El periodismo en Puebla: amenazas, retos y oportunidades”, reunió a un experto y a un plural grupo de comunicadores que mediados por el rector de la BUAP, Enrique Agüera, vertieron los más diversos puntos de vista sobre la situación actual de los medios de comunicación en Puebla.
Se trató de Alejandro Mondragón, director editorial de Grupo Editorial Status; Arturo Luna, de Puebla Online; Fernando Alberto Crisanto, de NG Puebla; Enrique Núñez, del Diario Intolerancia; Jorge Rodríguez, de El Sol de Puebla, Rodolfo Ruiz, del portal e-consulta; Patricia Estrada, de Vértice 102 y Armado Álvarez, de TV Azteca Puebla.
Mondragón, uno de los organizadores del foro, enfatizó que serían incongruentes al pedir contrapesos, apertura y tolerancia, si el encuentro se hubiera cerrado a la contraparte: la autoridad.
“La coexistencia de medios y poder es inevitable, donde unos, los medios; trascendemos y otros, los gobernantes, tienen fecha de caducidad. Proyectos como Audi marcarán un antes y un después para Puebla, no encontrarán un escenario con enfrentamientos estériles entre sectores de la sociedad con el poder. Esperaba que estuvieran las autoridades para decirles que aquí quedaba mejor el voto de confianza y no el beneficio de la duda. Ante su cancelación, hoy me queda claro que pudo más la fobia que la filia”, señaló.
También comentó que para la actual administración estatal la palabra “contrapeso” es inexistente y que los espacios ganados por el empuje ciudadano, como la Comisión de Derechos Humanos, la Comisión de Acceso a la Información, el Instituto Estatal Electoral, la Auditoria Superior del Estado y el Tribunal Estatal Electoral, hoy responden al interés de quien gobierna.
Enfatizó que en Puebla no existen condiciones plenas para el ejercicio de la libertad de expresión, pues hay un intento por desaparecer los denominados medios “incómodos” mediante un boicot comercial e informativo.
Estas acciones de acuerdo con Mondragón están basadas en padrinazgos políticos. “Al gobierno le debe quedar claro que la postura de unos, como los medios que represento, no es de dinero ni de contratos publicitarios de sumisión, sino de respeto absoluto al ejercicio pleno de la libertad de expresión”.
Rodolfo Ruiz, otro de los organizadores, señaló que el primer gobierno de alternancia en Puebla olvidó pronto sus promesas de campaña sobre pluralismo, tolerancia, diálogo y, desde luego, respeto por lo diferente.
Consideró que la falta de entendimiento entre el estado y los comunicadores es la ausencia de reglas claras para el ejercicio de esta actividad y la incomprensión mutua que hay entre autoridades y medios de comunicación.
“Los gobiernos creen que los periodistas sólo deben llevar a sus medios las noticias que éstos generan, sin cuestionarlas ni analizarlas; y los comunicadores están convencidos de que la libertad de expresión -como derecho fundamental- no tiene límites”, dijo.
Señaló que “la pésima relación” entre el gobernador de Puebla y la prensa local se origina cuando Rafael Moreno Valle piensa que ganó la gubernatura con la mayoría de los medios en contra, por eso ahora junto a sus colaboradores, cree que también puede prescindir de ellos en el ejercicio de gobierno, olvidando la máxima de gobernar es comunicar.
“El Ejecutivo estatal es un político que no comunica sino que ordena qué, cómo y en dónde, en un afán de uniformar juicios, opiniones y acallar cualquier voz discordante, lo que contrasta con su oferta política de campaña”, dijo.
En tanto que Luna señaló que quienes ejercen “periodismo crítico”, saben que se trata de una batalla permanente y que quien se mete en ella, lo hace a sabiendas de sus costos.
Añadió que históricamente todos los gobernantes poblanos han tenido una relación tensa con los medios de comunicación, pero que actualmente se intenta maniatarlos, exterminarlos o controlarlos a través del dinero y del terror.
“No es cuestión de victimizarse. Es más quienes estamos aquí, quienes trabajamos en los medios de comunicación, debemos sentirnos afortunados que a diferencia de otros estados del país donde el crimen organizado es un fantasma que ha sembrado muerte, sangre y dolor en las redacciones de los medios; en nuestro estado hay un solo enemigo en la libertad de expresión: los gobiernos intolerantes y autoritarios que en aras de mantener y extender su poder, pretenden limitar, extender y restringir y terminar con el libre tráfico de la información que tanto les incomoda”, señaló.
Dijo que el gobierno poblano presume a nivel nacional e internacional que la consolidación de la democracia en Puebla es indiscutible, pero le cuesta aceptar las reglas a las que obliga el sistema democrático: la tolerancia a la crítica.