Como usted lo oye, la pregunta se complementaría con otra, que literalmente se formula de la siguiente manera: ¿Por qué las autoridades, prefieren el negocio a la seguridad y a la educación?
Y esto, por que si usted no lo sabe, es un secreto a voces que en la Dirección de Transito Municipal, se quedo nefastamente una herencia del Ingeniero Disel (dice el que lo es, y tal vez lo sea, pero policía no) Gilberto Loya, gris exfuncionario de escritorio en el Estado norteño de Chihuahua, tan gris como su jefe y el jefe de su jefe, y lo único que han hecho, es llenar precisamente de ese color gris lo que en Seguridad Pública, se había logrado en mas de una decena de años y que en tan solo meses, ellos acabaron con los avances logrados hasta el momento en ese tema, en varias administraciones.
La herencia a que me refiero, es que, resulta que ahora tienen la obligación los elementos de Tránsito Municipal de entregar al menos cinco infracciones diarias, como si la Seguridad Publica, en este caso en el tema vial, se tratara de que se produjeran recursos por medio de infracciones, en lugar de educar a la comunidad en el mismo tema, cuando se debe de tratar; no de cobrar mas, sino de que los problemas, los accidente y los inconvenientes sean menos.
Pero, por alguna razón, que yo en lo particular creo es que por ignorancia de los mandos, se privilegia al castigo en lugar de la educación, la sanción en lugar de la prevención, el enfrentamiento en lugar de solucionar sus problemas, mismos que por falta de elementos humanos hacen, que ya el peligroso empleo de patrullar esta noble ciudad, se vuelva aún mas dramático y si no, cheque los problemas por el mal llevado programa de patrullamiento con un solo elemento, sin un verdadero proyecto previo, ni un manual de funciones y procedimientos al tema.
En lo personal, estuve en contra desde un principio, de la intromisión de la Secretaria de Seguridad Pública Estatal en los problemas del municipio, pero reconozco mi equivocación, al no poder ver desde ese principio, la ignorancia y falta de preparación de los mandos que trajeron desde diversos lugares, y colocar no por experiencia sino amiguismos a los funcionarios (chequen historiales), así como sus “asesores”, quienes se han convertido en un verdadero poder que manipulan a un Secretario que bien a bien ya no sabe que hacer en la ciudad y ahora se repliega ante la presencia del Estado quien se ha convertido verdaderamente, en el responsable de llevar a cabo los trabajos de protección y servicio a la comunidad, y no por que nuestros policías no lo puedan hacer, sino por que los mandos no los dejan y solo, como unos politiquillos de quinta lo único que les importa en lugar de los resultados, son los números, y la comunidad no solo son números sino seres humanos, ya es hora de pasar de los números a la realidad, a la percepción, a la tranquilidad perdida y a nuestra libertad secuestrada.
Números, que en lugar de ser acciones sensibles en completo contacto con la comunidad, nos puedan dar resultados y no enfrentamientos con la gente como se dio hace unos días con los ambulantes al ser completamente inútiles las acciones de Gobernación Municipal y de las de Seguridad Pública para controlarlos, dejando un buen numero de heridos e intoxicados por gas que a decir de los afectados era lacrimógeno y no el gas pimienta que es el que actualmente es mas aceptado, recordemos que estos tipos de gas producen la llamada enfermedad o afección “Purpura” y de eso, hay varias victimas de antaño aquí en puebla.
De ese tema, nos tocó enfrentar en su momento y siempre fue una preocupación constante, en Primer Lugar: la correcta aplicación de las políticas del Uso Legítimo de la Fuerza Policial apegado a la legislación nacional y a los acuerdos internacionales firmados por nuestra país en diferentes escenarios como en La Haya, Habana y otros, en Segundo Lugar: la correcta colaboración y coordinación de las diferentes instancias de Seguridad Pública de la Entidad, y en Tercer Lugar, pero sobre todo, el resultado que se tuvo, fue ocasionando el menor daño y se debió a la colaboración de todos y cada uno de los integrantes de la Seguridad Pública y a la responsabilidad de la Ciudadanía Civil incluyendo a los mismos ambulantes con quienes en varias veces se dialogó.
¿De que se trata?,… ¿de dejar a la ciudad enfrentada con su policía, de que no se confíe en los trabajos de Seguridad Pública de la comuna, de correr a sus elementos inconvenientes al mando, a fin de que ellos puedan hacer y deshacer a su gusto y modo?
Ya lo hemos dicho anteriormente, ellos vienen, dañan y se van, dejando atrás, enfrentamientos con la ciudadanía civil y sus policías, dejando rencores y odios entre las corporaciones policiales de la entidad por sus tratos soberbios y déspotas, y lo peor, dejando odios y rencores entre ellos, entre quienes siempre han sido amigos y compañeros de trabajo, ellos los imberbes mandos ganan y huyen alegremente, y la ciudadanía pierde y se queda con sus problemas de siempre.
¿O no?
Juzgue Usted