Por Alejandro Mondragón
Desde eclipses hasta tianguis turísticos traerá el 2027, año de la cabra en el calendario chino.
Será además el año de la renovación de 17 gubernaturas, donde Morena y aliados llevan ventajas en 15. Sólo figuran abajo del PAN en Aguascalientes y Querétaro, según sondeos recientes.
Para Puebla, en el 2027 habrá comicios intermedios, los cuales son considerados como un referéndum para los mandatarios.
Así, el 2027 hay que definirlo como el año del gobernador Alejandro Armenta, quien resolverá alcaldías y diputaciones locales, con el goce de veto para aspirantes a legisladores federales.
En el caso de la capital, se sabrá si llevará su propia carta o el edil José Chedraui lo habrá convencido de formar parte de su equipo para garantizar el triunfo en la zona metropolitana.
Sólo un gobernador, de seis años, logró imponer su gallo: Rafael Moreno Valle con Antonio Gali Fayad en 2014.
Otros dejaron perder sus cartas, tras imposiciones centralistas: Luis Miguel Barbosa con Claudia Rivera Vivanco.
También hubo un mandatario que dejó pasar una figura ajena a su grupo político, porque garantizaba la victoria: Mario Marín con Blanca Alcalá.
De igual forma, la crisis económica y de inseguridad fueron factor para que la intermedia se convirtiera en un infierno para el gobernador, a pesar de su fama de mapache electoral: Manuel Bartlett con Germán Sierra.
El gobernador más popular que tuvo Puebla era sin duda Melquiades Morales, quien a la mitad de su sexenio se la partieron electoralmente hablando. La carta Carlos Alberto Julián y Nácer perdió frente al panista Luis Paredes Moctezuma. Además de los enemigos internos y externos también jugó que en verdad era el gallo del hermano Chucho Morales.
Así que el escenario está puesto para el gobernador ejerza su facultad de perfilar a quiénes serán candidatos o candidatas a los diferentes cargos, pues serán los que también sumen o resten en el referéndum que le tocará en 2027.
