Por Alejandro Mondragón
Eso de practicar el juego de la alquimia electoral es peligroso, sobre todo para aquellos que, de plano, no le saben.
Así lo han demostrado reiteradamente Mario Riestra y su equipo blanquiazul.
Se hacen pasar por morenovallistas efectivos, pero no le llegan ni a los talones a un Rafael Moreno Valle, quien en el más allá seguro disfruta de las ingenuas tribulaciones del presidente del PAN, quien ha hilado ridículo tras ridículo.
Todo empezó con la traición al PRI en la elección extraordinaria, donde quiso chamaquear a Néstor Camarillo, pero Mario quedó exhibido como traidor y vendido.
Riestra intervino flagrantemente en la elección del titular de Acción Juvenil, pero fue evidenciado por los jóvenes que grabaron su tonta operación. Públicamente Mario quedó como tarugo.
Luego vino el ridículo nacional con la ley del Ciberasedio. Riestra traicionó al PAN, a través de un comunicado, escrito por su hermana, en el que aplaudía como foca al gobernador Armenta por ordenar la realización de foros de consulta sobre una ley ya aprobada.
Con la otra mano, traicionó también a Alejandro Armenta con la tremenda guerra de bots que Mario financió a nivel nacional. En ambos casos fue descubierto, el ridículo fue de proporciones mayúsculas.
Otra más, Mario tuvo la genial idea de operar una parte de los programas sociales estatales. El Estado le dio más de un millón de pesos a través de su hermana Susana; al salir los recursos a nombre de las beneficiarias Riestra ordenó a sus brillantes operadores dos acciones: Que al cobrar el dinero las beneficiarias depositaran el dinero en la cuenta de un amigo que compraría los calentadores solares, y dos, que cada una de las familias beneficiarias con militancia en el PAN, se comprometieran a votar por Manolo Herrera.
Fueron descubiertos y nuevamente exhibidos.
Ante lo apretado de la elección de la Secretaria Nacional de Acción Juvenil, quiso convertirse en el gran artífice del triunfo de la contendiente Malinalli; para ello ordenó operar con todo a su flamante líder juvenil estatal Sharif Elías, quien solo pudo reunir 20 votos del total de la delegación de Puebla.
Los grandes ganadores: Filomeno Sarmiento y Genoveva Huerta, quienes mostraron verdadero olfato político y músculo electoral logrando conjuntar más de 70 votos de todo el estado, ridiculizando nuevamente al gran presidente Riestra.
Otra más de Mario Riestra, resulta que en el CEN recibieron la propuesta del Comité Estatal para establecer las reservas de género para mujer en los distintos Comités Municipales del Estado.
Tuvieron la brillante idea de dejar los municipios más grandes e importantes para elección mixta, con la ventaja social y cultural que por décadas ha tenido el género masculino en detrimento de las mujeres.
Las reservas de género fueron para municipios de menor importancia en términos de población y presupuestos municipales. Esta decisión será costosa para el PAN desde ahora hasta el 2027.
De un plumazo, Riestra terminó con cualquier propuesta o discurso, a favor de las mujeres que pudieran argumentar en los siguientes años. Sus ansias de poder los dejaron sin autoridad moral y en calidad de agresores de las mujeres en general.
Y la guerra sucia contra Eduardo Rivera, a través de manipulación de auditorías y documentos que le suministra su tesorera, la excontralora Alejandra Escandón.
Errores garrafales como estos marcaron su fallida campaña a la alcaldía en 2024.
Estas y muchas más son las razones por las que Mario se está quedando solo.
Sus aliados más importantes se están retirando públicamente; no quieren ser parte de la inevitable derrota electoral que Riestra está construyendo para el 2027.
