Por Valentín Varillas
Siguen siendo tiempos oscuros para los jóvenes atletas de alto rendimiento.
Sobre todo en lo que al trato por parte de algunas instancias oficiales se refiere.
Nadadores poblanos han quedado fuera de la Universiada Mundial FISU 2025, a celebrarse este verano en Berlín, Alemania, a pesar de haber cumplido con los tiempos requeridos para competir.
El propio Consejo Nacional del Deporte de la Educación (CONNDE) había confirmado que Circe Garrido Morales, quien obtuvo el Premio Estatal del Deporte Puebla 2024 y Santiago Blanco Güido, Premio Estatal del Deporte Puebla 2022, habían cumplido con todos, absolutamente todos los requisitos para participar.
Enviaron inclusive la documentación oficial a sus respectivas universidades para proceder con la inscripción.
En este contexto, habían hecho ya el gasto correspondiente a vuelos, hospedaje y demás.
De repente, todo cambió.
Las instituciones educativas fueron notificadas, por WhatsApp, sin que mediara documento oficial alguno, que los jóvenes atletas habían sido excluidos del evento.
Esto sucedió el 1 de julio pasado, apenas 11 días antes del inicio de la Universiada.
Se zafaron, echándole la culpa al comité organizador alemán, pero jamás mostraron alguna prueba que justificara sus dichos.
Otros atletas, con menor puntaje FINA, sí fueron confirmados para ir.
Por más que los poblanos intentaron establecer canales de comunicación con el Consejo jamás fueron escuchados.
Son necesarios la intermediación y el apoyo de autoridades locales para evitar que se concrete semejante aberración.
El que se valore y premie el talento que cumple con todos los requisitos para competir al más alto nivel en el mundo, tendría que ser un tema prioritario de la política de impulso al deporte en Puebla.
Ojalá que en su propio estado hagan algo para que estos jóvenes tengan la oportunidad de foguearse internacionalmente y continúe su formación y crecimiento, al margen de grillas, fobias, compadrazgos o amiguismos.
Es un tema de justicia elemental y de valorar, con hechos concretos, el potencial atlético que tenemos aquí.
Algo con los que, por cierto, no contamos de sobra.
