Por Alejandro Mondragón
El gobernador Alejandro Armenta Mier anunció que su gobierno volverá a operar el Tren Turístico Puebla-Cholula para ampliar su recorrido hasta Atlixco, quizá Izúcar de Matamoros.
Incluso, dicha obra forma parte del Plan Estatal de Desarrollo.
Por decir lo menos, se trata de revivir a un elefante blanco del morenovallismo que sólo generó beneficios al grupo en el poder.
Le cuento:
El Tren Turístico Puebla-Cholula partía desde la antigua estación del ferrocarril en la 11 norte para llegar a la zona ferroviaria, aledaña a un área de negocios donde se ubican restaurantes y notaria de Sergio Moreno Valle, primo del exgobernador finado.
¿Y luego los panistas se indignan por el modelo de negocio que creó con la obra pública para favorecer a parientes, amigos y testaferros?
El Tren Turístico fue un auténtico fiasco. Hoy se sabe que costaba al erario mil 500 pesos por usuario. El costo de operación anual del servicio era de 68 millones 85 mil pesos, mientras que sólo ingresaron al tren 106 mil usuarios que generaron ingresos de ¡986 mil 771 pesos!
Desde el diseño hasta su construcción, este sistema ferroviario estuvo plagado de irregularidades. Su responsable Diego Corona Creeman hizo lo que quiso con los recursos, encareció el proyecto (de 800 millones que costaría acabó con un gasto de mil 570 millones de pesos).
Terminó como un elefante blanco, como otras “magnas” obras que se ofrecieron a Puebla a elevados costos, mediante la hipoteca de las arcas locales.
Proyectos, como el del Tren Turístico, acabarán de pagarse hasta el 2039, pero el problema es que los recursos para atender la marginación y pobreza no se tendrán.
Cancelado el Tren Turístico a Cholula por la gestión de Miguel Barbosa, el entonces gobernador Sergio Salomón Céspedes vendió los vagones a la Marina por 198 millones de pesos para el proyecto Interoceánico.
Este elefante blanco no tiene ni vagones.
¿Cuál sería la razón de revivirlo?
¿Negocio?
No da.
Quizá la explicación sea la ausencia de proyectos propios y la urgencia de evitar subejercicios presupuestales en 2025.
Por no estar a la altura, el equipo le falla al jefe. Sin duda.