Por Alejandro Mondragón
Algo muy mal pasa con la economía poblana si ésta pierde 4 mil 721 empleos formales en un solo mes: abril.
Desde que empezó el año tampoco ha habido generación de nuevas plazas, de acuerdo con datos oficiales del Instituto Mexicano del Seguro Social.
En 2024, Puebla fue la tercera economía con mayor crecimiento del país, sólo debajo de Oaxaca y Durango.
El estado reportó un crecimiento de 4 por ciento, según el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del INEGI.
¿Entonces?
¿Qué pasó?
¿A qué se debe el desplome del mercado laboral local?
Quizá la respuesta más factible se halle en la parálisis generada por la amenaza arancelaria a los sectores automotriz y de autopartes por parte del gobierno estadunidense de Donald Trump.
La mitad del Producto Interno Bruto estatal lo aportan VW y Audi.
Empresas ligadas a la actividad comenzaron a despedir personal desde que arrancó el año, debido a las bajas ventas y paros técnicos ante la incertidumbre que produce el impacto arancelario.
Otro factor estaría en la cada vez más significativa influencia de la economía informal en Puebla.
Las empresas dejan de contratar personal que termina en ventas minoristas sin registros oficiales.
Lo cierto es que hoy la economía poblana se resiente de la crisis de expectativas con la pérdida de 4 mil 721 empleos formales.
Ya es hora que empresarios y gobierno se sienten a definir estrategias porque este año pinta muy mal para la economía local.
Se sabe.