22-02-2025 04:22:13 AM

Un fantasma en la concesión de agua

Por Alejandro Mondragón

 

Quién iba a pensarlo que muerto, Rafael Moreno Valle sigue ganando batallas.

 

Y en un tema que ha sido prioridad para la Cuarta Transformación: revocar la concesión del agua en Puebla.

 

Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum recomendaron a los gobernadores Miguel Barbosa y Alejandro Armenta eliminar la privatización del líquido.

 

En campaña, todos y todas se subieron al carro contra la concesión de Agua de Puebla, pero más allá de la calentura electoral hay una realidad.

 

El andamiaje jurídico de la concesión es tan sólido como la cabeza dura de líderes de Morena. No se puede revocar legalmente, porque implicaría una sangría para el Estado.

 

Barbosa se lo dijo a López Obrador y seguro Armenta a Sheinbaum: no hay forma de quitarle el agua a la familia Hank, una de las financieras del Tren Maya.

Armenta lo supo una vez que acordó renegociar la deuda con la misma familia que controla el Museo Internacional Barroco.

 

Lo que sorprende es que los Hank no ganaron la concesión, se la compraron a los Gutiérrez Cortina, familia que obtuvo la prestación. Eso sí estaba prohibido en el contrato.

 

Once días después de “ganar” la licitación- los beneficiarios crearon una empresa: Concesiones Integrales, asociada a EPCOR y TICSA, para el cobro del servicio.

 

Pero ante la falta de solvencia para pagar los 415 millones de dólares que costó la concesión a 30 años, se recurrió al financiamiento, vía un Fideicomiso del grupo Hermes, ligado a Banorte, entidad que terminó por asumir el control del agua.

 

En otras palabras, la empresa que ganó la licitación, no fue la que operó ni la que al final se quedó con el millonario negocio.

 

Es decir, el entonces gobernador Rafael Moreno Valle le entregó la concesión a la familia Gutiérrez Cortina, quien a su vez terminó por dejársela a Carlos Hank Rhon, personaje muy cercano a la familia morenovallista.

 

En realidad, el Soapap fue saneado antes de su concesión, pues tenía activos totales por 9 mil 140 millones 222 mil 103 pesos con 83 centavos. La deuda del organismo había bajado 70 por ciento y la recaudación repuntaba anualmente 36 por ciento.

 

El control del agua potable en Puebla, la tiene Hank Rohn, sin pagar nada, sólo ser el financiero del proyecto, a quien le cubren sus jugosas mensualidades en intereses.

 

Desde la concesión a particulares, el Soapap quedó como oficina para garantizar que se cumplieran los acuerdos de inversión en infraestructura y ha usufructuado 700 millones de pesos anuales, sin que se reflejen en mejoras.

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