Por Valentín Varillas
La aplicación de aranceles y tarifas de importación a productos que tienen como origen México y Canadá, afectaría directamente la economía de tres estados de la Unión Americana en donde sus habitantes votaron masivamente por Donald Trump.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad, la vida productiva de Montana, Michigan y Texas, depende mayoritariamente de distintos rubros establecidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
En Montana, 9 de cada 10 dólares de importaciones, provienen de estos países.
Ahí, los resultados oficiales de la elección presidencial muestran un triunfo contundente de Trump en lo que a voto universal se refiere: 58.4%, contra 38.4% de Kamala Harris.
352 mil votos del republicano y apenas 232 mil de la demócrata.
Michigan es un estado en donde 7 de cada 10 dólares de importaciones vienen de México o Canadá.
Por lo dividida que se encuentra su población en lo político, es considerado como clave para la definición de una contienda presidencial, de acuerdo con el modelo de Colegio Electoral.
Uno de los “swing states”, como se les conoce comúnmente en el argot electoral.
Contra todo pronóstico y de manera muy cerrada, el candidato republicano lo ganó.
Obtuvo 49.7% del total, contra 48.3% de su adversaria: 2 millones 816 para él; 2 millones 736 mil para ella.
De esta manera, Trump se echó a la bolsa los 15 votos electorales que esta entidad sumó.
En Texas, estado en donde viven cerca de medio millón de mexicanos legales y que además es receptor de una cantidad importante de inmigrantes provenientes de México, la mitad del total de las exportaciones tienen como origen los países vecinos a Estados Unidos.
Al ser tradicionalmente un estado de vocación republicana, los pronósticos para el 2024 se cumplieron a cabalidad.
El candidato de ese partido se alzó con el triunfo con el 56% de los votos.
La oferta demócrata se hizo sólo con 42%.
Hubo más de un millón y medio de diferencia entre ambos.
Analistas en ese país coinciden en que uno de los factores que con mayor fuerza influyó en el estrepitoso fracaso de los demócratas en las urnas, fue la constante escalada de precios que sufrieron los productos de consumo básico durante toda la administración de Joe Biden.
Es más, una de las primeras promesas que Trump hizo en su discurso de toma de protesta, tiene que ver no sólo con combatir la inflación, sino con la disminución en le costo de alimentos, medicinas, ropa y demás.
La aplicación de aranceles, además de ir a contrapelo con este compromiso, podría afectar la economía en estados que se volcaron entusiastas a votar por un proyecto que, en teoría, iba a mejorar su calidad de vida.
El efecto búmeran, en lo político, podría ser demoledor.
