Por Alejandro Mondragón
Muy orondos/as anduvieron legisladores poblanos ante los medios de comunicación y sus impresentables redes sociales, para expresar su felicidad por la devolución del desafuero que propone el gobernador electo, Alejandro Armenta.
Ellas que también llegaron al poder con la presidenta sin fuero, Claudia Sheinbaum. Se les aclara.
Sí, la mandataria del país no goza del fuero, como diputados/as en Puebla que dejaron de tenerlo en 2020.
Ahora, Armenta Mier planteó regresárselo para garantizar su libre expresión y evitar persecución política alguna.
Legisladoras con órdenes de aprehensión y diputados con denuncias de fraudes inmobiliarios en Puebla ya les urge esa cosa llamada fuero.
¿Y qué opinará la presidenta sin fuero Claudia Sheinbaum de la regresión que se quiere hacer en Puebla?
Preciosa legislatura con protección ante la primera mujer presidenta, sin fuero.
Pero además se pierde de vista la retroactividad de la Ley. Ninguna reforma favorecerá a los actuales diputados, sino a los futuros legisladores.
En este país, gracias a nuestra constitución las leyes no se aplican para quienes las promueven. De ahí la no utilización de la retroactividad.
Los tiempos actuales dejan obsoletas cualquier intentona de veto o castigo a un legislador de la oposición por criticar al gobernarte en turno.
Ni que fuéramos un estado bananero.
Quizá el problema radica en la pregunta, ¿qué se comieron muchos y muchas diputadas para que se les quiera devolver el fuero?
La araña investiga.