04-12-2024 11:23:02 AM

Agua de Puebla, sentenciada

Por Alejandro Mondragón

 

El mayor dolor de cabeza para el próximo sexenio tiene nombre y apellido: Agua de Puebla.

 

La concesionaria del líquido está sentenciada no sólo por el gobernador electo, Alejandro Armenta, sino por la presidenta Claudia Sheinbaum.

 

En la presentación del plan nacional hídrico, la mandataria dejó en claro que se acabaron las concesiones de agua, pues el líquido es un derecho, no un negocio.

 

Agua de Puebla dispone de la concesión desde diciembre del 2013, pero el actual dueño, la familia Hank, no fue la ganadora de la licitación, sino otra familia, la Gutiérrez Cortina, la cual a su vez tuvo que apalancar el proceso de adquisición con recursos de la financiera de los herederos del profesor.

 

Recuperar el sistema de agua potable en Puebla no será tan fácil, como ocurrió en la Ciudad de México, en la gestión de Sheinbaum como jefa de gobierno.

 

El morenovallismo y hankismo amarraron la concesión con la hipoteca de la facturación del servicio, a cambio del financiamiento de grupo Hermes, de su misma propiedad. Legalmente están blindados y se tendría que pagar hasta tres veces lo que costó la concesión para liberarla.

Sin embargo, ya comenzaron a darse pasos en el sentido de sanear el sistema.

 

En el proyecto de Ley de Egresos 2025, se establece al 30 de septiembre de 2024, el saldo insoluto del Soapap ascendía a 810 millones 143 mil pesos, trasfiriendo un Apoyo Financiero total de mil 201 millones de pesos, con un apoyo anual promedio de 172 millones.

 

Otra acción emprendida consiste en la creación de un convenio de reconocimiento de adeudo para dar certeza a las instancias fiscalizadoras sobre el registro de los apoyos.

 

Adicionalmente, se logró reducir la sobretasa de interés del crédito pasando de 0.47 a 0.44 pp, después de que en agosto la agencia Fitch Ratings aumentara la calificación crediticia del Estado a AA+(mex) desde AA(mex).

 

“Así, el Gobierno del Estado seguirá apoyando al SOAPAP para evitar retrasos en el pago de sus obligaciones y evaluará la posibilidad de asumir directamente la deuda, con el fin de evitar el incremento de sus pasivos contables.

 

“Adicionalmente, se buscarán mecanismos que alivien las presiones financieras del organismo y del Estado, a fin de que esta obligación sea cubierta sin afectar la provisión de bienes y servicios públicos”.

 

La estrategia es sanear primero lo público para encargarse de lo privado.

 

Es lo que parece.

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