Por Alejandro Mondragón
Lo que menos garantiza la Coparmex es imparcialidad para organizar y ofrecer sus instalaciones, como sede de un segundo debate a la gubernatura de Puebla.
El sindicato patronal ya desde hace años salió del clóset político para respaldar abiertamente el proyecto panista.
Con Rafael Moreno Valle, la Coparmex recibió subsidios en capacitación y asesoría empresarial, luego de la tragedia en Chalchihuapan, julio del 2014.
A Luis Miguel Barbosa le gritaron en una asamblea, a la que acudió como invitado. “Devuelve la UDLAP”, empezó a corear Luis Mora y los demás se sumaron con singular alegría.
Coparmex es la antítesis de la Cuarta Transformación. Dos de sus expresidentes en Puebla operan abiertamente en la campaña de Mario Riestra: Carlos Montiel y Herberto Rodríguez Regordosa.
Ahora su presidente, Rubén Furlong, entró en trance demócrata y con la línea de Eduardo Rivera se ofreció para organizar un segundo debate.
El Centro Empresarial de Puebla tampoco puede presumir representatividad: redujo a una tercera parte su membresía histórica; la decepción de socios y consejeros va en aumento. No más de 300 afiliados tiene.
A Montiel Solana y Rodríguez Regordosa hay que agregar dos fichitas más en el equipo de Riestra y Rivera: Fernando Treviño y José Díaz de Rivera.
Todos coroneles de la CoPANmex.
¿Caerá en la trampa Alejandro Armenta?
Se la aplicaron a Barbosa y van por el candidato a la gubernatura de la 4T.
Naturaleza llama y une. El sindicato de los patrones simula ser demócrata y vertebrar a la sociedad. Es un grupo de presión a favor del PAN.
Coparmex y La Carabina de Ambrosio, pues.