Por Alejandro Mondragón
La narrativa opositora para el 2 de junio ya está cantada, en lo federal, estatal, distrital y municipal.
Lo que no darán las urnas que se consiga en tribunales.
Todo apunta que no alcanzará a la oposición recuperar la presidencia, ganar estados gobernados por Morena y retener alcaldías y diputaciones.
Ya siguen una línea discursiva en la que se olvidaron de las propuestas y recurrieron a los alegatos:
“No hubo condiciones para una contienda justa.
“Se registró una elección de Estado.
“Se causó miedo para andar en campaña.
“El árbitro electoral fue omiso.
“Se roban o destruyen la propaganda anti 4T.
“Desde las mañaneras se coordinaron las campañas en el país.
“Los gobernadores son peor que Trump”.
Lo cierto es que la oposición, en el caso de Puebla, se volvió a equivocar.
Nadie ha respetado más a los liderazgos opositores que el gobernador Sergio Salomón, a quien ahora culpan hasta de sus limitaciones.
Estaba más que claro a dónde querían llegar con echar a los medios una campaña contra Eukid Castañón para después endilgarle cualquier tipo de acción contra la oposición. Son básicos.
Cada quién tiene el derecho de opinar incluso lo contrario a estas líneas, pero a 27 días de las elecciones la oposición ya no va por los votos, sino por ensuciar los comicios, antes, durante y después del 2 de junio.
Y frente a esa situación tampoco hay remedio más que señalar lo que resulta evidente: ganar la plaza en tribunales.