06-05-2024 04:31:28 AM

Las huellotas del 2013 y 2018

Por Alejandro Mondragón

 

Desde los bunkers, primero en Bodegas del Molino y después en el hotel M&M, el entonces gobierno morenovallista operó directamente elecciones.

 

En 2013, en Bodegas del Molino se manejaban portafolios de dinero para comprar opositores. De eso bien sabe el exlíder sindical del Ayuntamiento, Israel Pacheco.

 

En 2018, en el hotel M&M se giraron instrucciones para robar urnas, provocar balaceras y secuestrar a operadores electorales de Morena. El entonces exmandatario Rafael Moreno Valle ordenó a Antonio Gali y Luis Banck mantener acuartelados a los policías, mientras El Grillo y compañía hacían de las suyas.

 

Fueron ambas elecciones de Estado. Lo único que no podía morenovallismo era perder. Por eso, acorralaban opositores, amenazaban a sus familias y se iban contra su patrimonio.

En ese esquema de ganar a cualquier costo operaron para Rafael Moreno Valle panistas como Mario Riestra, Jesús Zaldivar, Los Navarro y los yunquistas como Beto Aguilar, Anatere Aranda, Eduardo Rivera, Paco Fraile y demás convalidaban la elección de Estado del 2013 y 2018.

 

Nadie se quejó.

 

Ahora esos mismos empezaron con la cantaleta que el gobierno poblano tiene las manos metidas en el proceso, sin aportar una prueba.

 

Pero además señalan al mandatario que más respeto les tiene y ha mantenido las puertas abiertas, como Sergio Salomón.

 

Los mapaches denunciando fraude electoral.

 

El problema es que las pruebas de la injerencia del gobierno morenovallista quedaron documentadas en Bodegas del Molino y el hotel M&M, claro con todo cargo al erario.

 

Dejaron sus huellotas.

 

Recordar es vivir.

 

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