02-05-2024 05:43:49 PM

Con voz, voto y veto

Por Alejandro Mondragón

 

En el ocaso de los sexenios, lo que menos quieren los presidentes en turno es sumar a un gobernador en funciones, a las tareas políticas.

 

El desgaste y desprestigio en el ejercicio del poder aleja a los mandatarios estatales de la órbita presidencial.

 

Los elogios y espaldarazo que dio Andrés Manuel López Obrador al gobernador Sergio Salomón no fueron fortuitos.

 

En noviembre del 2023, López Obrador acudió al segundo informe de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, donde coincidió con Sergio Salomón.

El Ejecutivo federal se disculpó con el mandatario poblano porque no acudiría a su informe de diciembre; sí quiero ir, pero la agenda no me deja.

 

Y ahí ante un grupo nutrido de góbers y liderazgos de la 4T dejó en claro “lo bueno que salió Sergio de gobernador; será el que lleve la campaña del 24 en su estado, desde la presidencial hasta la de alcaldes”.

 

Ya en el 2024 anunció en la mañanera que vendría a Puebla. Tepeaca, la tierra del gobernador, fue la sede, donde tras los actos protocolarios, AMLO se trasladó a la casa del mandatario para comer con él y su familia: tacos de cecina y chicharrón del mercado.

 

Ahora regresó a Puebla y anduvo exultante. Volvió a llenar de elogios al góber y dejó más que claro, para la clase política de la 4T, que Sergio Salomón es su operador con voz, voto y veto.

 

¿Cuál sería la razón para darle tremenda posición política en esta coyuntura electoral?

 

Quizá porque entendió mejor que nadie el juego de AMLO para construir el segundo piso de la Cuarta Transformación: todo cabe en el jarrito, sabiéndolo acomodar.

 

A nadie excluye, aunque le lance puñaladas traperas.

 

Simple.

 

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