Por Alejandro Mondragón
Todo estaba listo para que el 22 de agosto del 2022, en la reunión de liderazgos panistas, Marko Cortés anunciara los acuerdos entre PAN y PRI para Puebla.
A la gubernatura iría Eduardo Rivera Pérez y a la alcaldía, el empresario José Chedraui Budib, quien se integraría a la Secretaría de Desarrollo Social Municipal para construir la estructura rumbo al 2024.
¿Y qué pasó?
Pues Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, decidió sumarse a Morena, romper con el PAN, para votar la militarización de las calles hasta 2028.
Acción Nacional desconoció cualquier acuerdo con el PRI y les valió madre incumplirle a Pepe Chedraui.
Todos los compromisos por la capital fueron echados a la basura, en tanto el panismo ganaba terreno para llevarse también la plaza.
La vida que da vueltas, siempre marca máxima: si es para ti, aunque te quiten.
Meses después el escenario se modificó radicalmente con la muerte de Luis Miguel Barbosa.
Sergio Salomón Céspedes llegó a la gubernatura con un estilo de apertura, de sumar a todos, le re abrió la puerta a Pepe Chedraui para la capital.
Y por Morena, PT, Verde Ecologista, Nueva Alianza y Fuerza por México.
Chedraui se puso a chingarle. Dos personajes jugaron a su favor en el ánimo de la Cuarta Transformación a nivel nacional:
José Miguel Bejos, dueño de Los Pericos de beisbol en Puebla, aliado empresarial de Andrés Manuel López Obrador.
Y Pedro Haces, el líder de Fuerza por México y perteneciente a la burbuja de Claudia Sheinbaum.
Ambos muy cercanos a Pepe Chedraui. Mientras los y las mentadas originarias no salían de las redes sociales, el empresario recorrió colonias, juntas auxiliares y mercados.
Las encuestas reflejaron el momento político electoral. Pepe Chedraui es la carta a la alcaldía por la 4T con todo el respaldo presidencial, de la candidata Sheinbaum, de Sergio Salomón y Alejandro Armenta.
Y arranca como puntero para el 2 de junio con la capacidad de fracturar más los votos panistas y priistas.
La vida es una tómbola, de luces y color.
