27-04-2024 05:21:43 PM

DEA, narco y política mexicana

Por Valentín Varillas

 

Desde hace décadas, la lucha por el poder en México tiene como uno de sus protagonistas a los famosos poderes de facto.

Financian campañas, ponen directamente candidatos, o bien tienen derecho de veto y voto a momento de elegir candidatos.

De todos los niveles, colores, sabores e ideologías.

Como empresarios trasnacionales que son, hacen sus apuestas en busca de beneficios específicos al amparo del poder.

Impunidad y condiciones ideales que permitan el florecimiento del negocio y la maximización de utilidades.

La DEA y otras instituciones oficiales en los Estados Unidos lo saben de sobra.

Y han obtenido, siempre, beneficios muy concretos en la forma en la cual manejan esa información.

Basta ver cómo, armas que han pertenecido a fuerzas del orden en el vecino país del norte, han llegado a formar parte del arsenal de las organizaciones criminales.

En este contexto habría que insertar el reportaje de Tim Golden sobre el presunto financiamiento del narco a la campaña de AMLO en el 2006.

Una elección que, como todas las encuestas anticipaban, fue de pronóstico reservado.

El crimen, organizado o no, se juega mucho en cada proceso electoral.

Dejan pocos cabos sueltos.

Teniendo recursos de sobra, no es difícil pensar que, ante lo reñido de la contienda, pudieran haber financiado a los dos punteros.

Aunque no se menciona en la investigación periodística, las propias autoridades norteamericanas tienen en la cárcel a quien, como resultado de esa elección, llegó a ser el encargado de diseñar y operar la famosa “guerra contra la delincuencia”.

Imagen: afntijuana.info

Un jurado lo encontró culpable de haber llevado a cabo pactos inconfesables con el cártel de Sinaloa.

Los mismos que, en teoría, financiaron a su adversario.

¿Y entonces?

Pero además, con este antecedente, valdría la pena saber qué pasó en el 2012.

Y también en el 2018.

¿No jugaron los malos también a favor de quienes en su momento llegaron a tener ventajas importantes en la carrera por la presidencia?

¿No hubo dinero sucio ahí?

¿Se limpió, como por arte de magia, el sistema democrático nacional?

¿No tiene la DEA, con todos sus recursos económicos y tecnológicos, información actualizada sobre un tema tan sensible de la agenda bilateral?

Por favor.

Además, si ya tenían el antecedente de la cercanía de López Obrador con este cártel y si realmente la lucha de los gringos en su contra es auténtica ¿por qué no rompieron relaciones con un gobierno criminal, cuando tomó posesión en diciembre del 2018?

Ellos que se sienten los policías del planeta.

Los supuestos defensores del mundo libre.

Los que creen que tienen una especie de derecho divino para meterse en la vida interna de cualquier país del mundo.

¿Por qué, también, juran y perjuran que existen magníficas relaciones entre gobiernos y un compromiso conjunto con la administración de López Obrador para combatir, juntos, a los cárteles de la droga?

Mucho circo.

Saben y han sabido de sobra cómo son las reglas no escritas del sistema político mexicano y lo juegan encantados.

Es un año electoral, aquí y allá.

Con todo lo que esto implica.

Con lo mucho que hay en juego.

Y lo que nos falta todavía por ver.

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