01-05-2024 12:21:01 PM

“Fiscales Carnales”: el que las hace no las consiente.

Por Valentín Varillas 

 

Morena no pudo dejar a una incondicional en la Fiscalía de la Ciudad de México. 

El voto opositor impidió que se concretara uno de los principales objetivos para el oficialismo, de cara a la renovación de la jefatura de gobierno de la capital del país. 

La partidización de la procuración de justicia, ha sido siempre un arma muy efectiva para la lucha electoral. 

PAN y PRI, de la mano de otros partidos, calificaron la intentona como una estrategia autoritaria, impositiva, poco democrática, tramposa. 

Tricolores y blanquiazules tienen muy corta memoria. 

Y es que, en su momento, pretendieron hacer exactamente lo mismo que hoy tanto critican. 

Como presidente, Enrique Peña Nieto intentó un albazo legislativo para aprobar el articulo transitorio que permitiría que el entonces titular de la PGR, Raúl Cervantes, se convirtiera automáticamente en Fiscal General de la Nación, cargo que ocuparía por un lapso de 9 años.  

El objetivo de la medida, era contar con un incondicional que le cuidara las espaldas al círculo íntimo del titular del ejecutivo federal y garantizara su impunidad. 

La maniobra presidencial generó el repudio mayoritario de la clase política nacional. 

Los más indignados eran panistas y morenistas, quienes pedían a gritos que se tomaran las medidas necesarias para garantizar un fiscal autónomo e independiente. 

En el discurso púbico, no escatimaron adjetivos para calificar lo anterior como un acto unilateral, autoritario, corrupto y antidemocrático. 

Impidieron inclusive la instalación de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados de aquel período de sesiones. 

Marko Cortés, quien en ese tiempo era el coordinador parlamentario del PAN, era uno de los más duros al momento de declarar ante los medios nacionales sobre las razones del repudio a lo que consideraba era una “marranada priista”. 

Y ¿sabe qué? – tenían razón, toda la razón. 

Sin embargo, se olvidaron que antes que Peña, Rafael Moreno Valle, un gobernador emanado de su propio partido, había sido el auténtico creador del concepto del “Fiscal Carnal”. 

Jamás un miembro de Acción Nacional levantó la mano para fustigar las reformas legales hechas en Puebla para eternizar a Víctor Carrancá como Fiscal estatal. 

Nadie advirtió los riesgos que esto tenía ni calificó la medida como autoritaria, corrupta o antidemocrática. 

Ni siquiera el panismo tradicional, el que hoy se rasga las vestiduras y se pinta como víctima de Moreno Valle, tuvo el valor de hacer una crítica pública a semejante medida.   

Al igual que Peña, Moreno Valle perfiló a uno de los suyos para garantizar impunidad sexenal para él y su pandilla. 

¿Y entonces? 

Pues no queda más que refugiarnos en aquella terrible sentencia que nos enseña con toda crueldad que, cuando se trata de política, todos son iguales. 

Falta congruencia, o madre, o como quiera llamarle. 

Pero falta, y mucha. 

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