Por Alejandro Mondragón
Tehuacán paulatinamente se va pudriendo en diversos órdenes. Habitantes que se encuentran desprotegidos, no sólo por la inseguridad, sino por un Gobierno Ausente.
Era la tierra del exgobernador Luis Miguel Barbosa, quien organizaba su fiesta con el tradicional Mole de Caderas.
A diversas denuncias de irregularidades en obras, proyectos inconclusos e inestabilidad política, ahora habrá que sumar que es un municipio, donde el gobierno de Pedro Tepole, hace a un lado las leyes promulgadas por el estado
Hace unas semanas, un encapuchado llegó con una lanza de metal a generar destrozos a la casa de una familia, que había ganado una sentencia por maltrato animal.
Exhibieron públicamente la política de bienestar animal del alcalde, en la región.
Tehuacán enfrenta una crisis de perros callejeros, por lo que diversos ciudadanos y ciudadanas señalaron que el órgano de control interno es poco confiable ante su reiterada negativa de actuar contra el maltrato de animales, por parte de los funcionarios municipales.
El Ayuntamiento cerró todas las quejas presentadas, sin ningún fundamento, por lo que alrededor de 13 personas impugnaron el acto de autoridad ante el Tribunal Administrativo, el cual emitió una sentencia en la que se ordena atender la problemática.
Peeero además señala un conflicto de intereses, ya que la persona que dio a trámite las quejas y tuvo conocimiento del conflicto ejercía como coordinador del Bienestar Animal, durante los hechos denunciados y eso fue considerado una falta administrativa grave.
Ahora dicho funcionario ejerce como jefe del Departamento Jurídico del gobierno municipal de Pedro Tepole: Carlos Jesús Lledias Lezama
El diputado local, Fernando Sánchez, ya expuso esta problemática en el Congreso del Estado.
El tema va en ascenso, porque ya no se trata sólo del maltrato animal y la displicencia oficial para hallar soluciones, sino que hay un malestar generalizado por las agresiones contra quienes han protestado y defendido la causa animal.
Tehuacán no tarda en convertirse en un dolor de cabeza político y social, con serias repercusiones para el 2024.
En tanto, Tepole en lo suyo: el desgobierno.