Por Alejandro Mondragón
La elección en el Estado de México también es factor de análisis en los cuartos de guerra de los aspirantes a la gubernatura de Puebla.
La suerte de la maestra Delfina Gómez en los comicios del 4 de junio no sólo permitirá al presidente Andrés Manuel López Obrador seguir la ruta de su propia sucesión, sino que impactará en las nueve entidades que renovarán gubernaturas.
La victoria de Morena en el Estado de México abriría ya el camino a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y le daría a ella el margen de maniobra para incidir en la decisión de las 9 plazas a disputarse en el 2024.
Peeeero una derrota de Delfina, entonces obligaría al presidente López Obrador a buscar los perfiles más competitivos ante una oposición envalentonada.
En Puebla, a ese escenario le apuesta el senador Alejandro Armenta Mier, por encabezar las encuestas, aunque esté alejado de Palacio Nacional.
Perder el Estado de México tampoco serían buenas noticias para el diputado federal, Ignacio Mier y el secretario de Gobernación, Julio Huerta.
La Cuarta Transformación tendría que lanzar a aquellos personajes que sin ser del agrado presidencial pueden garantizar el triunfo en los estados.
Hasta ahora, las encuestas indican que la maestra Delfina Gómez se mantiene en el primer lugar de las preferencias, a partir del indicador que siete de cada diez habitantes del Estado de México quieren el cambio de gobierno.
Sin embargo, la abanderada priista Alejandra del Moral ha metido mucho ruido en las últimas semanas para preocupar a los morenistas.
El factor que ayuda a Gómez al interior del PRI y en el influyente Grupo Atlacomulco es que el gobernador Alfredo del Mazo está muy al margen de la contienda.
Lo cierto es que el Estado de México, su resultado electoral, también influye en el proceso poblano.
Todo está conectado.
