Por Alejandro Mondragón
En la llamada Alianza por Puebla, la época de las definiciones ya llegó.
Aunque buena parte de lo que se juega depende de lo que resuelva el alcalde Eduardo Rivera: si busca gubernatura, repetir en la alcaldía o un escaño en el Senado.
Lo cierto es que los grupos que hoy convergen al interior de las estructuras opositoras a la Cuarta Transformación definen sus perfiles.
El Yunque respalda lo que el presidente municipal establezca. Por algo es el actual líder político de la Organización. Resolverá si va por la gubernatura y quién lo acompañaría por la capital, cuya reserva de votos es fundamental para la derecha.
Al interior de El Yunque existe un grupo comandado por Herberto Rodríguez Regordosa, José Díaz de Rivera y Fernando Treviño, quienes apuesta por el regidor Carlos Montiel. De ahí los mejores tiempos para Parkimovilestarían por venir.
Para la estructura burocrática municipal figura ya el nombre de Adán Domínguez, brazo derecho del edil en temas municipales.
Al interior del PAN nacional, Marko Cortés parece que decantó porque la apuesta en la capital sea el diputado federal, Mario Riestra.
Y después viene una lista de personajes que estarán en la órbita mediática, aunque con pocas opciones: Ana Tere Aranda, Carolina Beauregard, Guadalupe Arrubarrena y Augusta Díaz de Rivera.
En el PRI, aliado inseparable del PAN, aparecen el nombre: José Chedraui Budib y de género Lucero Saldaña.
A los perredistas les alcanza para dos buenas regidurías.
Sobre tales perfiles habrá que hacer los análisis y, claro, amarrar navajes, siempre en el entendido que la suerte del accesorio sigue la del principal.
En otras palabras, muévanse mientras Rivera Pérez decide qué rumbo tomar, porque algo les tocará.
