Por Alejandro Mondragón
¿Qué diablos hace un funcionario estatal de un organismo descentralizado del gobierno del estado en defensa de un alcalde acusado de violencia política de género?
¿Acaso desconoce que el gobernador Sergio Céspedes Peregrina incluso instauró el Viernes de la Mujer en Puebla para atender la problemática que aqueja a las poblanas?
¿Tampoco sabe que se instaló una mesa permanente de atención a la violencia de género en Puebla, en el que participa la propia Fiscalía del Estado?
Pues no, Juan Pablo Cortés, director general del Consejo Estatal de Agua y Saneamiento, ahora opera en el Instituto y Tribunal electorales de la entidad el apoyo de consejeros y magistrados para eludir una sanción contra el edil de Zacatlán, José Luis Márquez, acusado de violencia política de género por parte de la regidora de su Cabildo, Mariela Gutiérrez González.
Lo peor de este personaje, Cortés, de quien ya se han documentado algunas de sus fechorías en este espacio, es que a consejeros y magistrados les advierte que lleva “línea” del gobernador.
Ya la Auditoría Superior del Estado ha fincado responsabilidades en el IEE por 11 millones de pesos, en los que aparecen involucrados personajes como Miguel Ángel Onofre, Arturo Baltazar Trujano y el propio Juan Pablo.
¿Qué diablos hace el director de Ceaspue en temas electorales, en plena crisis de agua en todo el Estado?
Mariana Gutiérrez, la regidora, ha señalado a José Luis Márquez de acoso laboral y personal. No la convocan a sesiones de Cabildo y además de difamarla han violentado todos sus derechos políticos.
Márquez necesita anular la denuncia interpuesta ante las autoridades electorales, porque pretende la reelección en el 2024.
Y claro, nunca falta el Cortés que quiera llevarse su moche.