18-05-2024 10:06:36 PM

La redefinición de “desarrollo”

Por Valentín Varillas

 

Puebla dejó de ser únicamente la capital y la zona conurbada.

Las prioridades han cambiado de manera radical.

El estado son ya 217 municipios en términos de prioridades gubernamentales.

Muy claro quedó inclusive en el discurso de toma de protesta de Miguel Barbosa como mandatario.

Atender a comunidades alejadas de la mancha urbana en donde por más de 10 años no se llevaba a acabo ni un solo proyecto de obra pública.

Esa misma tónica se ensaya con el nuevo titular del ejecutivo estatal.

Giras diarias al interior del estado para echar a andar distintos programas, de la mano de los alcaldes.

Esos a los que se busca sensibilizar para que estén a la altura de la responsabilidad que tienen en el ejercicio de gobierno.

Generar las condiciones necesarias para atraer inversión productiva a sus municipios.

Servicios, vías eficientes de comunicación y sobre todo, seguridad pública.

Detonar un círculo virtuoso en materia económica que genere los más diversos beneficios.

De entrada, la creación de empleos bien pagados y de largo plazo con el objetivo de inhibir la migración.

No tener que abandonar la tierra en la que naciste para poder acceder a un buen nivel de vida no es un asunto menor.

Al contrario.

El tema fue la columna vertebral de los encuentros entre los presidentes de Estados Unidos, Canadá y México, en la más reciente Cumbre realizada en la capital del país.

El reto de frenar la migración ilegal se volvió el punto medular de la agenda.

Los estado juegan un papel fundamental.

El desarrollo de todas las zonas geográficas de Puebla y no únicamente las obras de relumbrón llevadas a cabo bajo la lógica de la rentabilidad electoral.

Más cemento y ladrillos en donde mayor potencial de votos exista.

Esta fue la máxima en las administraciones panistas.

Es más, Moreno Valle se hizo famoso en lo más íntimo de su círculo por una frase despiadada que lo retrata de cuerpo entero: “los pobres no son mi prioridad, porque la final de mi gobierno seguirán siendo pobres”.

Y lo cumplió a cabalidad.

La reunión de ayer entre el gobernador Céspedes y cerca de 200 AUTÉNTICOS EMPRESARIOS tuvo también esta finalidad.

El convencer a los hombres del dinero a jugársela por Puebla.

A invertir en áreas específicas de oportunidad que existen en lugares muy poco explorados, pero con un muy alto potencial.

Al gobierno no le toca generar empleos.

Esta es una de las más grandes falacias que por décadas se han manejado en la vida pública nacional.

Que hagan negocios los que saben hacerlos; a cambio, claro está, de que el gobierno entienda su obligación de brindar todo tipo de garantías apostando por el desarrollo económico del estado.

Si ambas partes entienden y cumplen con lo anterior, entonces sí vendrán cosas muy buenas para Puebla.

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