04-05-2024 11:23:17 PM

Única, la aprobación de AMLO

Por Valentín Varillas

 

No hay que irse con la finta.

Ya sea la encuesta de El Financiero, que lo ubica en 55%.

O la de Reforma, que le da 59 puntos.

Hoy existe un elemento claro, contundente y definitivo, que hace que la aprobación de López Obrador sea en los hechos muy distinta a la que en su momento tuvieron Zedillo, Fox o Calderón, aunque los números sean prácticamente iguales.

Y es que aquí, a diferencia de otros aspectos de la política en donde las cifras son frías y eliminan cualquier subjetividad, hay un factor que hace toda la diferencia: el impresionante y acelerado avance de la tecnología.

De manera concreta, la aparición de los teléfonos inteligentes.

Esos a los que se integraron más adelante las famosas redes sociales.

Y este “simple” hecho, cambió de manera radical al ser humano.

En todo.

Usos y costumbres, maneras de socializar y comportarse, pero sobre todo: las formas de acceder a la información.

Pública o privada.

Del gobierno de Fox a la fecha, es otro mundo.

No hay comparación.

En estos tiempos, gracias a la inmediatez que permiten las distintas plataformas y a la facilidad con la que se masifican los mensajes, es mucho más difícil esconder lo que antes se escondía.

Decenas de millones de mexicanos que cuentan con un dispositivo móvil y una conexión a internet, fija o móvil, es en los hechos un reportero en funciones dispuesto a captar lo que suceda en tiempo real.

Y no hay manera de taparlo.

Mucho menos de impedir su “viralización”.

Así, en este formato, hemos visto en vivo y en tiempo real todo tipo de hechos delictivos o actos de corrupción cometidos por toda clase de funcionarios públicos.

La redes son incontrolables y juegan naturalmente en contra del sistema.

Esta realidad ha facilitado mucho la filtración de información.

Documentos contundentes que han resultado demoledores para el prestigio y buen nombre de todo tipo de personajes de la vida pública nacional.

Por todo esto: el 59% de aprobación de López Obrador, nos guste o no, es incomparable con la valoración que en su quinto año de gobierno mostraron algunos de sus antecesores.

El país es otro, el mundo entero cambió.

No admitirlo, sería el equivalente a concluir -por un tema de filias y fobias- que a finales de 2022 seguimos siendo los mismos seres humanos que hace casi dos décadas.

No hay manera.

Así que, a asimilarlo: López Obrador pasará a la historia como el presidente mejor evaluado del país.

No le busquen.

No hagan el ridículo tratando de negar lo evidente.

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