Por Alejandro Mondragón
A los alemanes de AUDI les dieron gato por liebre en la mayor parte de los compromisos de infraestructura del gobierno de Puebla.
El resultado significó para la empresa de autos de lujo una mayor inversión en mantenimiento de lo previsto.
El proyecto AUDI exhibió los graves conflictos de interés, manipulación de concursos y favoritismo a constructoras que a su vez subcontrataron firmas para que ellas cobraran, otras ejecutaran muy mal los trabajos.
La empresa Malawi, fue contratada por la administración de AUDI, como empresa particular, ya en funcionamiento, para terminar lo que la empresa Arquitectura y Diseño Residenciales de Puebla S.A. DE C.V., no incluyó en el proyecto original: una planta residual de agua.
Se supone que esta inversión de Malawi era con recurso propio de Audi, sin embargo realmente no hubo certeza, pues lo que verdaderamente licitó el gobierno estatal fue lo que hizo Arquitectura y Diseño Residencial de Puebla, la cual dejó hechas puras porquerías.
De la misma manera Malawi, fue subcontratada por Escala, pero para una obra de agua en el pueblo de San José Chiapa, para satisfacer alguna parte del proyecto.
Ante los medios de comunicación locales, el propio panista, Pablo Rodríguez Regordosa, exsecretario de Desarrollo Económico, reconoció tener una relación directa con la empresa Malawi, luego de que el periodista Rodolfo Ruiz publicara que desde las oficinas del Comité Municipal del PAN se realizaron transferencias de las cuentas de las empresas Malawi Ingeniería y Construcción SA de CV a proveedores que hicieron trabajos para Audi.
Entre las empresas que recibieron pagos por un monto total de un millón 232 mil pesos, fueron: Escala Espacio e Imagen Oficina de Arquitectura SA de CV, RT Proyectos S de RL de CV y Tecnoconstructor SA de CV, así como otro para Miguel Ángel Rosas Vigil, quien resulta ser representante de Malawi.
Por otro lado, con la planta potabilizadora que está dentro del predio de AUDI, pasó por un caso similar.
Licitaron un proyecto que nunca existió, se simuló el concurso y el gobierno morenovallista tenia designado ya a la empresa HI-PRO para construirlo.
Este concurso se lanzó por la Ley de Adquisiciones y no como obra publica, lo que les permitió torcer el objetivo real en contra del marco legal.
HI-PRO les suministro un sistema conforme a unos aspectos técnicos evaluados originalmente, y que operativamente no se cumplen, esto entonces implicó también que AUDI invirtió en mantenimientos muy costosos.
Así las evidencias de un sexenio de simulación para saquear las arcas locales.