03-05-2024 07:49:43 AM

Ausencias que marcan

Por Valentín Varillas

 

Muy valiosa hubiera sido para el diputado Mier la presencia de Adán Augusto López en su evento de “informe-destape” el pasado sábado.

Si el secretario de gobernación federal se tomó la molestia de venir a Puebla hace un par de semanas –en día y horario laborales- para comerse un chilito en Nogada en La Noria con “su amigo”, no había razón alguna para dejarlo solo en el acto de mayor importancia política, en su búsqueda por la candidatura de Morena a la gubernatura del estado.

¿Cuidado de  las formas?-para nada.

Las “corcholatas” del presidente no se han caracterizado por mantener su responsabilidades en el servicio público alejadas de las cuestiones internas del partido.

Al contrario.

Han sido enviadas directamente por López Obrador, para apoyar abiertamente a candidatos que han competido en diferentes elecciones y a perfiles que abiertamente han manifestado que tienen aspiraciones para alcanzar un cargo de elección popular.

Pero quitemos la grilla.

En términos estrictos de cargos y jerarquías, debería de ser de sumo interés para el encargado de la gobernabilidad interna del país, el supuesto ejercicio de rendición de cuentas de quien funge como coordinador de la bancada de partido mayoritario en la cámara de diputados federal.

El general de las batallas legislativas que tienen como objetivo el aprobar las iniciativas y reformas de ley consideradas como prioritarias en la oficina principal de Palacio Nacional, de acuerdo a los objetivos que se ha planteado la llamada Cuarta Transformación de la vida pública nacional.

Muy extraño resulta el hecho de que Adán Augusto López haya preferido venir a un asunto meramente social y no a un acto de enorme peso específico e importancia en lo político.

No solo a nivel local.

En lo nacional, Morena debe de ganar con holgura las elecciones estatales del 23 y el 24 si quiere repetir en la presidencia.

Y aquí es donde también llama la atención la ausencia de Claudia Sheinbaum.

La jefa de gobierno de la Ciudad de México, la que en teoría lleva una ventaja importante en el ánimo de Andrés Manuel en su proceso de sucesión, no vino a apoyar a Nacho, quien presume tener una relación muy cercana con ella.

Sí lo hicieron otros mandatarios de mucho menor nivel e importancia en la coyuntura electoral de la próxima presidencial, como Cuauhtémoc Blanco de Morelos y Rubén Rocha de Sinaloa.

Hubiera sido muy revelador haber visto a Claudia en Puebla, cuando en teoría podría aparecer junto a Nacho en las boletas.

La presencia de Mario Delgado o de algunos legisladores afines a Mier ¿es para celebrarse?

Por favor.

El atestiguar en modo presencial el informe detallado de los avances, retrocesos y pendientes de la bancada federal de su partido, se trata simplemente de una de las obligaciones básicas, esenciales, de un dirigente nacional.

Lo raro, lo verdaderamente destacable, hubiera sido su ausencia, no su asistencia al evento.

Y en el caso de sus compañeros diputados, resulta más que lógico el cierre de filas alrededor de quien los coordina y organiza.

Nada excepcional.

Apenas lo mínimo deseable para quienes consideran que Nacho Mier cumple con el perfil idóneo para seguir encabezando a su grupo.

Pero bueno, vivimos en Puebla tiempos de alta efervescencia política.

Y en este contexto, desde crisol y la óptica de los más diversos apetitos e intereses, se generan todo tipo de análisis y conclusiones sobre la verdadera importancia de un hecho concreto.

Las lecturas siguen dándose desde los extremos y no son solo resultan muy distintas, sino mutuamente excluyentes.

Así es y así será hasta que llegue el momento de las definiciones.

Lo que nos falta por ver.

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