19-05-2024 05:24:46 PM

El traidor de Morena

Por Valentín Varillas

 

Asegura el diputado Mier Velazco que el hecho de que se hiciera pública la trama financiera en donde lavó sin pudor 400 millones de pesos es una traición a Morena.

Y pone nombres y apellidos.

Además, ha dado el brinco a lo legal, presentando denuncias en contra de quienes, en su lógica bizarra, son los culpables de la filtración del escándalo que lo envuelve.

Hechos que, por cierto, no han sido negados por su amigo Pablo Gómez, nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP.

Este personaje condenó que se hayan hecho públicos los hechos, pero no habló de que la investigación no estuviera sustentada en hechos reales.

Evidentemente, Nacho no tiene una sola prueba concreta de quién hizo pública la comúnmente llamada Operación Angelópolis.

Ni contra Santiago Nieto, ni contra el fiscal Higuera Bernal y mucho menos, contra el gobernador Barbosa.

Sus conclusiones, como en su línea periodística, están hechas con las vísceras y no las neuronas.

Pero a estas alturas, presa de la desesperación, la verdad es que no tiene de otra.

Mier debería saber, al ser no solo socio, sino responsable de la línea editorial de un medio de comunicación, que la filtración de información no solo es consustancial al ejercicio periodístico, sino que no hay forma de combatirla.

Historias sobran como ejemplo de tan contundente máxima.

Julian Assange y Wikileaks, como el más reciente y radical.

Pero el tema central de la diatriba del líder de la bancada de Morena en la cámara de diputados es la supuesta traición a su partido y por lo mismo, a la trasformación que encabeza el presidente de la República.

Y en esto, créame, Nacho tiene doctorado.

Qué mayor traición a Morena y a sus intereses electorales, la salvaje campaña mediática que desde el periódico Cambio ordenó llevar a cabo en contra de Miguel Barbosa en el 2018.

Le dieron con todo, metiéndose inclusive con su familia y su condición física.

Mier había pactado ya con Moreno Valle el que su medio se sumara a la campaña de Martha Érika.

Y ex gobernador pagó millones por ese servicio.

Aquel que se basa en la administración de reputaciones y la extorsión, como modelo de negocio.

Además, su amigo y cómplice por décadas en la política, Enrique Doger, entró igualmente en el paquete de negociaciones para actuar como gatillero de la candidata panista y pegarle en campaña al candidato de Morena.

Juran los que saben que, además de dinero en efectivo, le darían más adelante una secretaría.   

Para la historia quedaron aquellas imágenes de la ceremonia de aniversario del periódico Cambio en donde Alonso Hidalgo no solo fue la invitada especial del evento, sino su principal protagonista.

Los muros del recinto tapizados con imágenes y encabezados relacionados a su campaña, y sobre todo, aquellas 8 columnas destacando la votación de los ministros del TEPJF que la convertía en gobernadora del estado.

¿Hay peor traición que esa?

¿Jugar contra tu partido y tu candidato en un estado tan importante como Puebla, por un asunto de dinero?

Sobre todo porque Mier sabía la importancia que para López Obrador tenía el estado.

Porque el presidente no tenía la menor duda tampoco de que aquí, en aquella elección, se había ensayado uno de los más escandalosos fraudes electorales de la historia.

No pudo habérsele olvidado aquel evento en donde AMLO se reunió con los ganadores de Morena en el 2018 y en donde no solo fue invitado Miguel Barbosa, sino que se le dio un lugar de privilegio.

“Miguel está aquí, porque para nosotros ganó la elección en Puebla con todas las de la ley, pero se la robaron”- así de claro, así de contundente.

¿Y entonces?

En este contexto ¿quiénes son y han sido los auténticos traidores de Morena y el presidente?

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