25-04-2024 09:46:00 AM

“Qué importa si hubo moche”

Por Alejandro Mondragón

 

“Y eso, qué importa”, respondió un muy influyente empresario textilero, hoy metido a inmobiliario, de Puebla. Era el cuarto año del gobierno de Rafael Moreno Valle.

 

Estaba extasiado porque –decía- no había ningún otro gobernador, incluyendo a Manuel Bartlett, que haya cambiado la fisonomía de Puebla y su zona metropolitana.

 

El reportero le hizo la observación de lo que estaba costando a la entidad toda la obra de ornato del morenovallismo.

Y el autor de Al Portador todavía machacó: “A grandes obras, enormes moches”.

 

La respuesta del empresario fue “Y eso, qué importa”. Moreno Valle esta haciendo en cuatro años lo que ninguno otro hizo en cuatro décadas.

 

Se explicaba su posición porque buena parte de las obras morenovallistas pasaban por las propiedades de este empresario y, por ende, la plusvalía se disparaba.

 

En particular, estaba enamorado de las obras del bulevar Hermanos Serdán (donde Moreno Valle obligó a los moteleros que cambiaron la M por H a sus oteles porque se veía muy feo), el Museo Barroco, el Tren Turístico, y los puentes atirantados.

 

Moreno Valle ya no está, sus obras –años después- son objeto de auditorías, las cuales han arrojado excesos, robos, moches y demás pillerías. En otras ha comenzado el desmantelamiento por inútiles.

 

Los hoy críticos de eliminar los excesos del pasado morenovallista en su momento guardaron silencio. Hasta que se murió se volvieron valientes, porque antes eran incapaces de causarle la mínima molestia.

 

La mayoría, como el querido amigo empresario, ya no contesta su teléfono ni whatsapp. Parece que también iban, sus aparatos claro, en el helicóptero, aquella fatídica tarde del 24 de diciembre del 2018.

 

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