Por Alejandro Mondragón
La enorme tragedia opositora a la 4T en el país no es sólo que a su tercer año de gobierno, Andrés Manuel López Obrador registra una aprobación del 60 por ciento, sino que los mexicanos quieren más.
La encuesta presidencial del diario Reforma, a tres años de las elecciones del 2024, tiene un dato demoledor.
“A la pregunta ¿qué es mejor para el país? Que gane un candidato que…
“Dé continuidad al proyecto del presidente AMLO, el 57 por ciento.
“El 37 por ciento, de los entrevistados, se apuesta por un opositor a la 4T”, aquí la cita al sondeo del periódico.
El primer momento para descarrilar a la Cuarta Transformación lo tuvieron en la elección pasada, en la que apostaron por arrebatarle la mayoría legislativa y buena parte de las gubernaturas.
No pudieron en términos prácticos.
El segundo lo tendrán en la revocación de mandato del próximo año, pero como van las cosas difícilmente alcanzarán su propósito.
Y el tercero será en la gran batalla del 2024, en donde las cartas presidenciales: la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y el canciller Marcelo Ebrard, aventajan por mucho a todas las figuras opositoras.
Entonces, la gran pregunta es ¿qué diablos hará el bloque antiAMLO para arrebatarle el poder en las urnas?
El tema se complica porque Morena ya equilibró fuerzas en los gobiernos estatales, mantiene mayorías en el Senado y la cámara de diputados, amén de que López Obrador reacomoda sus fichas para transitar su sucesión como él quiere.
Lejos de debilitarlo, lo han empoderado, porque deben reconocer que carecieron de una agenda alternativa y se sumaron exclusivamente a censurar yerros y gazapos de la 4T.
Y así, no hay forma.