18-04-2024 02:11:40 AM

Construyendo teporochos

Por Alejandro Mondragón

 

Un efecto pernicioso de las llamadas Becas para “Jóvenes Construyendo el Futuro” se observa cada mes en las cantinas o moteles de los pueblos.

 

Un buen número de estudiantes que cobra sus 3 mil 600 pesos inunda antros, compra alcohol y drogas para regocijo de la delincuencia.

 

Esta acción es analizada por autoridades municipales y ediles auxiliares, cuya policía reporta un aumento en la incidencia delictiva en los fines de semana.

 

Jóvenes que apenas cobran su beca van a la cantina más cercana o a la tienda para comprar alcohol, rentan una habitación en un motel (si son menores de edad), donde se reúnen hasta cinco muchachos para ingerir las bebidas y también consumir drogas.

Los accidentes automovilísticos van en aumento, así como los robos y las riñas.

 

Este fenómeno que tampoco es generalizado, porque existen jóvenes que emplean en otras cosas su beca, sí es una constante en municipios de Puebla.

 

En algunas localidades se ha pedido a los padres de familia que acompañen a sus hijos a recibir y cambiar su cheque, porque se han dado caso que ciertos personajes que les fían las drogas o el alcohol llegan a reclamar su pago.

 

El cambio de reglas y criterios para la asignación de becas paga factura con jóvenes que no valoran la importancia de disponer de dinero público.

 

El gobierno federal, aunque no tenga responsabilidad en el uso que le den los muchachos al dinero, sí tiene que disponer de una auditoría para garantizar los propósitos del programa.

 

Al final queremos que las acciones de gobierno se traduzcan en la formación de profesionales, no de teporochos a pronta edad.

 

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