Por Guillermo Alberto Hidalgo Vigueras
Un año nuevo, una nueva oportunidad, un nuevo comienzo, nuevas promesas, otros planes y otros intentos, en fin, que siempre nos gusta jugar con el destino, y a veces simple y sencillamente no nos decidimos a crecer, a sentir, a hacer
La cosa, es que estamos de frente con esta oportunidad, y no hay por qué ni para que desperdiciarla, debemos con toda la fuerza y echados para adelante, componer este México nuestro, que por momentos ya está que arde.
Pero empezaremos por la casa, por nosotros, porque es por ahí donde siempre se barre, se dice que una comunidad tiene las autoridades que se merecen, pues yo no sé qué hicimos en Puebla, para tener al menos en el municipio, a dos mujeres inútiles que nomás no la hacen.
Dos mujeres (una en la presidencia y la otra en seguridad, háganme ustedes el fabron cabor) que tienen más problemas en su cabeza, que piedras en cualquier playa griega.
Dos personas, que se han destacado por su alta capacidad y facilidad para la traición, sin importarles ni porque o a quien, lo que importa, es traicionar, según ellas para crecer.
Dudo que sepan leer a profundidad, seguro alguien les conto de José Fouché pero ellas solo se enteraron de la palabra “traición” y se agarraron por ese camino fallándole a México, a sus amigos, traicionaron al Gobernador, y por si esto fuera poco, traicionaron y siguen traicionando hasta el pueblo, que en al menos la Presidenta confió, porque la otra, como dijera la viejita “esa es otra historia”
El problema es que ya ni con sus cifras maquilladas les alcanza para seguir mintiendo de la situación, que a nuestra Puebla ya espanta, ya en su baraja de mentiras y barrabasadas no hay con que tapar el ojo al macho, ya no pueden hacer nada.
El resto, es que nos queda la chamba a nosotros, porque ni los regidores les ponen el alto, y hasta el gobernador les tiene que hacer su chamba, porque ella solo falla y falla, y de resultados…nada
En fin, que amigos, y los que no lo son tanto, trabajemos por nuestra ciudad, trabajemos por lo que nos mata, porque ya están rebasadas, porque ya no pueden ni atinan a nada, lo que nunca pensé decir lo digo ahora, cuidémonos todos, cuidémonos juntos, cuidémonos sin descuidarnos para nada, cuidémonos, porque tenemos hijos, tenemos esposas y familia y por qué tu a ellos les haces falta, debemos darnos la mano, no nos distraigamos por nada, cuidémonos desde ahora y cada mañana, cuidémonos porque a estos repugnantes funcionarios solo les importan ellas y lo demás, lo demás no existe para nada.