Por Alejandro Mondragón
Con todo oropel, la empresa Thyssenkrupp Presta de México SA de CV realizó la ampliación de su planta de tratamiento, en diciembre del 2018.
A la ceremonia acudió el entonces gobernador José Antonio Gali Fayad, quien además atestiguó la construcción de su área productiva “Proyectos Cajas de Dirección Electromecánicas”, que proveerá a marcas como Daimler, BMW y Ford.
Las inversiones hechas por ThyssenKrupp en su planta 2 han comenzado a generar sospechas de irregularidades en el manejo de sus descargas industriales.
A esta empresa de capital alemán, le han otorgado subsidios por 24.7 millones de pesos.
Vecinos del lugar han acudido a las autoridades para denunciar diversas anomalías en el manejo de sus residuos.
Para empezar, la firma realiza sus descargas al drenaje, mediante trampas instaladas en la misma planta.
Hay imágenes que confirman las acusaciones, al igual del uso de camiones de basura de PASA para trasladar sus desechos.
El capital alemán, cuya expansión fue posible por los subsidios y facilidades fiscales a cargo del erario, ha sido protegido en los últimos años.
¿Cómo es posible que ninguna autoridad revise la operación de la planta de tratamiento y vigile el funcionamiento adecuado en el manejo de los residuos?
¿Acaso PASA revuelve la basura doméstica con la industrial y así la depositan en el relleno sanitario?
En Puebla, se han tenido malas experiencias con la industria automotriz y de autopartes, a la cual se le otorga todo tipo de beneficios, pero en la mayoría de las ocasiones recurren a engaños para ahorrarse gastos.
Aún no se olvida el trucaje ambiental en los autos de la Volkswagen.
Los defensores del ambiente deberían presionar a las autoridades para realizar una investigación a fondo, toda vez que las descargas industriales al drenaje acaban por dañar el sistema y, por experiencias pasadas, terminan contaminando los ríos.
En la 4T eso se llama corrupción empresarial.