Por Alejandro Mondragón
Quizá usted no está para saberlo, menos los alcaldes y diputados locales y federales morenistas, pero su intentona de preparar su reelección quedará en eso, nada más.
Resulta que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha comunicado a sus cercanos que bajo ninguna circunstancia alentará la reelección, para evitar que el tema de perpetuarse en el poder se convierta en un golpeteo incesante en la recta final de su sexenio.
“Sufragio efectivo, no reelección”, ha subrayado a la menor provocación en sus discursos.
López Obrador ha expuesto el valor de la congruencia y la necesidad de la renovación del poder.
Sobre este tema, la punta de lanza será la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, quien irá cerrado espacio a aquellos que pretendan utilizar las siglas del partido para preparar su ratificación.
El franciscano López Obrador quiere pasar a la historia, como el José Mújica mexicano. Ya tiene la idea de la no reelección de nadie.
Aunque legalmente estén en derecho, políticamente no se usará a Morena de trampolín.
¿Cuántas autoridades municipales morenistas y legisladores se quedarán con las ganas de seguir usando la imagen de López Obrador y Morena para perpetuarse en los cargos?
Si con sus adversarios políticos AMLO es testarudo, con sus aliados más.
Avisados están.
