Por Alejandro Mondragón
El debate a la gubernatura de Puebla arrojó una ganadora: Martha Érika Alonso, quien supo zafarse de Moreno Valle y comprometerse a un gobierno diferente al de su esposo.
Si hubo un perdedor ese fue el propio ex gobernador de Puebla, de quien se deslindó la misma abanderada de la coalición Por Puebla al Frente.
Pero también el ejercicio de confrontación de ideas y fobias -que rebasó las expectativas- dejó un puntero: Luis Miguel Barbosa.
El nado sincronizado de Enrique Doger del PRI y Michel Chaín del Verde Ecologista, le dieron esa categoría al candidato de la alianza Juntos Haremos Historia.
En cada intervención quedó a los dos fuegos de las descalificaciones y lo consolidaron como el único capaz de disputarle la plaza al morenovallismo.
Lo de Michel Chaín rayó en la abyección, pero Enrique Doger, con su estrategia sólo quedó consolidado en el tercer lugar, tal como se lo señaló Barbosa. De hecho, el ex alcalde de Puebla así lo tuvo que asumir.
No escasearon las propuestas, claro que empezarán todos con que faltaron los “cómos”, pero eso tiene que ver con lo rígido del formato.
El encuentro tuvo su momento chusco con la comparación que Alonso hizo de Luis Miguel con Luisito Rey y ella adjudicándose el papel de la no incondicional.
Lo cierto es que la panista se notó con dominio de temas y también respondió ataques. Se fajó.
Barbosa aprovechó su lides legislativas para ubicarse como el candidato que ofrece el cambio, que quiere romper la continuidad, acabar con el espionaje y transformar todo lo que rompió o se llevó Moreno Valle.
Se confirma que la elección en Puebla sí es de dos: Martha Érika Alonso contra Luis Barbosa, entre ellos saldrá el próximo gobernador/a
Los oponentes y la propia candidata le dieron el lugar de puntero al candidato de Morena-PT-PES con la artillería que le echaron.
Y Martha Érika ganó el debate porque se deslindó de Moreno Valle, pero también puede ganar en las urnas, y si lo logra ella será la que gobierne, punto.
Rafael pasará su tiempo en el Senado.