Por Shanik David
Al distinguir los diferentes tipos de violencia que se pueden ejercer durante un proceso electoral, Claudia Barbosa Rodríguez, presidenta de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Electoral del Estado (IEE), comentó que las acciones emprendidas esta semana por Paola Migoya Velázquez en contra de Eduardo Rivera Pérez podrían clasificarse como violencia política.
Explicó que al haberle enviado huevos al abanderado de Acción Nacional (PAN), la candidata del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pudo haber menoscabado o agredido los derechos políticos del panista, lo cual se considera como violencia política, pero sin tener “razones de género”.
Tomando como base criterios emitidos por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la consejera electoral indicó que violencia política es aquella que “puede ser en contra de hombres o de mujeres” quienes “pueden resentir un acto que puede menoscabar un derecho”.
Sin embargo, para que se considere como violencia política de género, la víctima tiene que ser mujer, pues estas conductas implican un ataque o discriminación por la condición de mujer en el ámbito político, puntualizó Barbosa Rodríguez.
De este modo, detalló, si a una mujer que participa en la política se le ataca sin hacer referencia a su calidad de mujer se podría considerar sólo como violencia política, pero si se hacen comentarios que tienen como finalidad “denostarlas o invisibilizarlas” por ser mujer, ya se consideran las razones de género.
Por estar razón, insistió, el caso de Rivera Pérez sólo quedaría como violencia política toda vez que es un candidato hombre y las agresiones en contra de políticos varones tienen una connotación distinta.
Incluso dijo que el candidato del PAN podría presentar una queja por estas acciones si lo considera necesario, y se tendrían que analizar bajo la figura de violencia política.
Pero, continuó, “en el ámbito político los hombres están un poco más acostumbrados a este tipo de situaciones que las mujeres o los acostumbraron, porque antes no había tantas mujeres en la arena política”.
