Por Shanik David
El combate a la violencia política de género no es algo que se pueda dar sólo con reformar una sola ley, sino que hace falta una serie de modificaciones constitucionales y legales para generar un marco jurídico fuerte a fin de erradicar esta práctica, afirmó el abogado Rafael Elizondo Gasperín.
Si bien hay avances en la protección y garantía de los derechos políticos de las mujeres, todavía falta mucho camino qué recorrer para terminar con la desigualdad de género existente en el ámbito electoral, dijo Elizondo, quien forma parte de un bufete de abogados especializado en materia electoral.
“Cuando una legislación no alcanza, no es suficiente y no está totalmente previsto una figura que garantice la igualdad entre el hombre y la mujer, las autoridades electorales han tenido que reaizar medidas o acciones afirmativas para procurar lo que le faltó a la ley procurar”, explicó el también académico.
Por esta razón, lamentó que no se hayan logrado a tiempo los ajustes legales necesarios para clarificar en las leyes electorales el tema de la violencia política, previo al proceso electoral actual, ya que es común que los diferentes actores busquen la forma de darle la vuelta a lo que dice la ley y aprovechar los vacíos.
De este modo, consideró que se tienen una serie de retos para el combate de estas conductas las cuales no sólo ponen en una situación de desventaja a las mujeres en la vida política, sino que además tienen impactos sociales y comunitarios importantes.
Además de la reforma integral, Elizondo Gasperín sugirió que se ajusten los plazos para la presentación de las denuncias y recursos legales relacionados con violencia política, además que se mejoren las medidas cautelares y de protección que se giran a favor de las víctimas de manera que se pueda garantizar su seguridad.
Un punto en el que fue enfático fue en el combate a la impunidad de este tipo de hechos, lo cual se debe, en ocasiones, a que las pruebas que son presentadas son valoradas en términos cuantitativos y no cualitativos, lo que se consolida como un obstáculo para el acceso a la justicia de las mujeres.
Esto, continuó, pues la violencia política sí es considerado como un elemento para decretar la nulidad de una elección, por lo que sería importante que un tribunal determine una medida de este tipo para sentar un precedente en la materia.
