Por Shanik David
Eduardo Rivera Pérez rechazó que su precandidatura a la alcaldía de Puebla se haya dado por una negociación o pacto con el grupo que en su momento lo persiguió, y sentenció que el haberse postulado fue una decisión por congruencia personal.
Con este argumento además justificó que personajes como Roxana Luna Porquillo o Francisco Fraile García, quienes en la administración de Rafael Moreno Valle fueron críticos, ahora hayan cambiado de posición y que estén en la búsqueda de candidaturas para la elección del 1 de julio.
“Estamos participando en algo que consideramos nuestra vocación política, es lo que nos gusta hacer”, puntualizó el expresidente municipal.
Además, consideró que cualquiera que hubiera sido su decisión acerca de su participación en el proceso electora ésta habría sido criticada.
“Yo quiero participar, y lo congruente es participar, lo más cómodo sería estar en mi casa, pero entonces también dirían que me arreglé, que me hice a un lado y no quise participar”, comentó Rivera Pérez, al agregar que algo similar se le hubiera cuestionado si hubiera optado por una candidatura con otro partido político.
Ante esto, consideró que “es muy complicado este oficio político”, ya que las decisiones que se tomen siempre serán cuestionadas y “no hay decisiones perfectas en política”:
Pero a pesar de este panorama, explicó que la determinación de sí participar responde, principalmente, a que cuenta con el apoyo del PAN, el cual, dijo, es una institución que va más allá de personas como Rafael Moreno Valle o Ricardo Anaya Cortés.
Sin embargo, evadió al ser cuestionado sobre cómo su postulación le da legitimidad a la candidatura de Martha Erika Alonso Hidalgo, quien representa al PAN para el gobierno del estado a pesar de no tener trayectoria política, y simplemente refirió que tanto Acción Nacional, como el resto de los partidos políticos, necesitan mejorar sus procesos internos.
