Por Alejandro Mondragón
Ocurrió el año pasado en una ceremonia discreta, privada, en el Museo de Arte Virreinal.
El gobernador Antonio Gali reconocía la trayectoria de Don Pedro Ángel Palou, acompañado, entre otros, por el alcalde Luis Banck.
Palou emitía unas palabras de agradecimiento cuando de repente se desvaneció. Cayó al piso, lo que provocó además de una conmoción, la movilización de los cuerpos médicos.
Llegó la ambulancia y subieron al cronista para llevarlo al hospital más cercano.
Una vez que el ulular del vehículo se alejó regresaron casi todos a la ceremonia. El gobernador se había subido a la ambulancia para acompañar a Palou.
Una situación similar en el sexenio pasado seguro habría provocado el enojo de Moreno Valle y chance hasta una patada le propinaba a Palou, por echarle a perder su foro.
Y es que los estilos de gobernar han quedado muy bien diferenciados. El anterior era tiempo aire, el actual todo terreno.
El ex se alejaba de todos, jamás había contacto, sólo importaba el costo de las obras y los reflectores para iluminarlo, el mandatario de hoy anda como si siguiera de candidato.
Así lo notó de inmediato el presidente Enrique Peña en una de sus giras de trabajo por Puebla.
Tomó del brazo al mandatario y le dijo que pensara bien participar en el proceso electoral del 2018.
Gali le respondió que lo suyo era terminar su mini periodo de gobierno, nada antes.
Moreno Valle ya habría solicitado hasta licencia.
Y es que mientras en uno todo era él, como eje central de todo, para Gali no.
En su primer gira por el interior del estado, las autoridades municipales mandaron a colocar una placa alusiva a la inauguración del centro educativo. Llevaba el nombre de Antonio Gali Fayad.
El mandatario pidió que retiraran su nombre y hasta que quitaron la placa no se llevó a cabo la ceremonia oficial.
La avanzada de Moreno Valle siempre constataba que lo único que resaltara fuera el nombre del Doctor Rafael Moreno Valle Rosas, prócer de los ángeles de Puebla para México y el Mundo. Si no era así, el góber ni se acercaba al lugar.
Le digo, estilos que nada tienen que ver con quién ha hecho más obra, pues hay dos diferencias palpables: tiempo y presupuesto de un año y 18 meses frente a un sexenio.
Gali llega así a su primer informe de labores, tras un año de gestión, del que pocos se acuerdan de Moreno Valle.
La diferencia es el trato de respeto a los diversos sectores y actores poblanos, de quien cuando concluya su gobierno seguirá viviendo en Puebla.
Y en esto de los estilos no descarte que aquello que quiso aniquilar Moreno Valle, lo rescate Gali.
Por ejemplo, Eduardo Rivera como fórmula a la alcaldía para acompañar a Martha Érika Alonso.
