Por Alejandro Mondragón
El plazo de las definiciones llegó para el ex gobernador Rafael Moreno Valle.
Tan lo sabe que tuvo que ratificar este fin de semana su permanencia en el PAN, pero nadie en ese partido le cree su lealtad.
Y es que en los informes que dispone el CEN del PAN, Rafael Moreno Valle trae acuerdos políticos, personales y presupuestales con el Delfín de Peña Nieto: José Antonio Meade.
En 2016, en la férrea discusión panista con Hacienda por el manejo de los fondos a los estados azules, Ricardo Anaya se sorprendió cuando llegó a Palacio Nacional a reunirse con Meade y ahí estaba Moreno Valle, muy sonriente.
El líder nacional panista fue excluido de los compromisos presupuestales, al grado que se opuso al gasolinazo, pero Moreno Valle que había negociado los fondos del 2017 para Puebla y otros estados blanquiazules, rompió la línea del PAN y mandó a sus diputados a darles los votos suficientes al PRI.
Ese es el tamaño de los compromisos de Moreno Valle con Meade, el mismo que procura en Puebla al gobernador Antonio Gali y al mismo presidente municipal, Luis Banck.
Meade tiene en Puebla a un estado seguro para ganarlo con la estructura del que está y del que se fue. Nadie se llama sorprendido. El padre de los PPS y financiamientos a fondo perdido ha sido Pepe Toño.
Es hora que le paguen facturas.
En Puebla, la estructura de poder gira en torno a él.
Es la mejor noticia ante la lejana opción de Moreno Valle por la vía del PAN. Al final de cuentas, Meade unifica a la nomenclatura morenovallista y priista.
Es el que sienta en la mesa de Moreno Valle a Jorge Estefan y todos acatan, pero quien serena al líder estatal del PRI para respetar acuerdos con el ex góber de Puebla.
Tendrá que definirse el morenovallismo, porque jugar al panismo con Martha Érika Alonso a la gubernatura y al peñismo con Meade a la Presidencia de la República es muy riesgo, como de aquel jinete que quiere tomar una curva subido en dos caballos.
En el PAN lo han orillado a la desesperación de reventar el Frente Ciudadano por México. Anaya tiene la radiografía completa. Sabe que Moreno Valle es pieza clave para operar por Meade en los estados gobernados por el PAN.
Y después de la traición saltar a la dirigencia del partido como el gran salvador de la debacle azul por culpa de Anaya.
Puebla es territorio Meade, quería lo supieran.