Por Shanik David
Fue a raíz del alza en el precio de la gasolina derivado de la reforma energética de 2013 que se disparó el robo de combustible en la entidad, elemento que tiene que ser tomado en cuenta por las autoridades al momento de definir las estrategias para el combate de este ilícito, afirmó Ignacio Mier Bañuelos.
El diputado, que representa al distrito donde se encuentra el Triángulo Rojo, explicó que no es por medio de las armas que se va a acabar con esta problemática, sino que se tienen que tomar medidas preventivas y económicas para prevenirla.
“Buscan corregirlo cuando deberían prevenirlo”, puntualizó el integrante de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al señalar que la militarización no es una respuesta que atienda la raíz del problema.
Por su misma concepción el robo de hidrocarburo es distinto al narcotráfico y al secuestro, apuntó, pues éstos son delitos entre particulares, mientras que las bandas de huachicoleros cometen daños al patrimonio de la nación; “mientras los ductos estén a la mano de las bandas siempre serán llamativos para robar”.
Explicó que anteriormente ya se daba el robo de combustible en la zona de Quecholac y Acatzingo, pero que este sólo se daba para el abasto personal de los grupos que se dedicaban a delinquir, pero ante el incremento en el precio de la gasolina y la facilidad que tenían para sustraer el hidrocarburo encontraron un negocio redituable.
Por esta razón, destacó que en vez del despliegue militar o de operativos policíacos armados que en ocasiones no rinden buenos resultados -pues por ejemplo, al día siguiente del enfrentamiento en Palmarito Tochapan explotó una toma clandestina en Acajete-, lo mejor sería pegar en las finanzas del negocio bajando el precio de la gasolina.
“El problema no es de armas, es económico, se tienen que atacar con una medida financiera, lo que debemos hacer es ubicar por cuáles estados pasa el ducto, que son cuatro, y en esos establecer tarifas más accesibles de gasolina, para la venta del menudeo”, explicó.
Con esto, se reduciría la demanda hacia los vendedores clandestinos de combustible y se podría controlar el problema de raíz en vez de sólo actuar de manera reactiva, afirmó el legislador al reprobar la presencia de militares en la región, pues estos han cometido abusos contra la población, y si bien logran detener a delincuentes “si muere un solo civil esa intervención ya fue incorrecta”.
Y en caso de que el gobierno federal no quiera recurrir a esta medida, la segunda opción sería que se custodie directamente el ducto por donde pasa el hidrocarburo pues “hay que cuidar el queso, en vez de perseguir a ratón”.
