Por Shanik David
La madrugada del domingo, 13 personas fueron agredidas por cadeneros de bares de Cholula, de los cuales tres tuvieron que ser hospitalizados, pese a lo cual los atacantes quedaron impunes pues sólo se les ordenó pagar los gastos médicos de los lesionados.
Josué Xicale narró que el sábado por la noche, como parte de las tradiciones de Cholula, un grupo de jóvenes se reunió en la iglesia de San Juan Aquiahuac para decorarla previo a al celebración del Domingo de Resurrección.
Este año le tocó al joven, quien también forma parte del movimiento Cholula Viva y Digna, coordinar la labor de los llamados castilleros, quienes al terminar su trabajo se dirigieron a la casa del mayordomo de la iglesia para cenar, por lo que tuvieron que recorrer la 14 Oriente, algunos a pie y otros a bordo de sus bicicletas.
Al pasar enfrente del Bhura Bar, a dos cuadras de la iglesia, los cadeneros comenzaron a agredir verbalmente a los jóvenes, al gritarles cosas como “pinches jodidos” y “nacos”, ante lo cual los jóvenes, sin acercarse a estas personas, solamente les respondieron que “si qué tan fresas eran para creerse tanto”.
“De inmediato se lanzaron los cadeneros del bar, y sin importar que iban niños, señoras y la mayordoma de la iglesia los empezaron a golpear, sólo a los hombres”, describió Xicale, quien se salvó de la agresión pues iba unos cuantos metros más adelantes.
Quien sí fue agredido fue su hermano Paul, quien pasó más de un año en prisión por su rechazo a la construcción del parque en la zona arqueológica de Cholula, a quien golpearon en la cara y en las costillas, lesiones por las cuales tuvo que ser hospitalizado.
Por si esto fuera poco, al momento de la agresión se sumaron los cadeneros de otros dos bares que están en la misma zona, sumando cerca de 30 personas golpeando a menores de edad y jóvenes, a quienes dejaron con heridas en la cara y cuerpo.
Y aunque se pidió el apoyo de la policía municipal, cuando los elementos llegaron se negaron a detener a los agresores, quienes se metieron al Bhrua Bar para esconderse, pero sin que los uniformados intervinieran; fue hasta que Normatividad Comercial llegó al lugar a clausurar el bar que se tomó acción al respecto, acusó Xicale.
Sin embargo, para entonces ya se habían dado a la fuga la mayoría de los agresores, y sólo se detuvieron a 14 personas que fueron señaladas por las víctimas.
Pero ahí no acabó el calvario que tuvieron que sufrir los jóvenes, pues aunque los hechos se dieron alrededor de las 12:40 de la madrugada, fueron llevados al Complejo de Seguridad de San Andrés, donde los tuvieron hasta las 7:30 de la mañana cuando fueron trasladados al C5 para presentar sus denuncias ante el Ministerio Público.
“Nos quisieron cansar, querían que nos fuéramos sin denunciar” señaló Josué, por lo que criticó que la falta de acción de los policías evidencia que hay complicidad entre las autoridades municipales y los cadeneros de la zona.
A pesar de lo grave de las heridas, en el Ministerio Público se les notificó que dado el nuevo sistema penal acusatorio, los agresores no merecen alguna pena corporal por lo que sólo se les ordenó reparar el daño y pagar a los heridos la atención médica que recibieron.