Por Shanik David
Los cobros irregulares, aumento en las tarifas y retardos en los procesos administrativos que se han dado desde que entró en operaciones Concesiones Integrales no sólo afectan a los ciudadanos sino también a los empresarios y al sector inmobiliario, comentó Roberto Martínez Otero, integrante de la asociación Bolsa Inmobiliaria.
Señaló que en promedio tres de cada cinco transacciones de compra-venta que se ejecutan en el estado se ven retrasadas o incluso suspendidas por los obstáculos que impone la concesionaria, por lo que consideró como grave la situación que se vive con el manejo del servicio de agua potable.
Para ejemplificar la situación mencionó el caso de una persona que compró una propiedad hace 10 años y que decide venderla, pero al momento de acudir a sacar la constancia de no adeudo en Concesiones Integrales se notifica que hay un saldo pendiente porque no se hizo el cambio de medidor cada cinco años como marca la ley, esto a pesar de que nunca le fue notificado al usuario; para solventar esto se obliga el cambio de medidor lo cual puede tomar hasta tres meses y alargar la venta del inmueble en cuestión.
Otro caso recurrente es que cuando acude un ciudadano o un representante inmobiliario a hacer un trámite para la venta de una propiedad, primero es atendido por una persona quien solicita una lista larga de documentos, y cuando se regresa la siguiente vez es recibido por otro trabajador quien pide aún más información sin que se resuelvan los procesos de manera adecuada.
“Pensamos que el chiste cuando hay una ley es para beneficiar a todos y no para beneficiar a unos y perjudicar a otros, el problema del SOAPAP es fuerte, ha detenido muchos negocios, además hay personas que han tenido que cerrar sus negocios o hipotecar sus casas para poder pagar sus deudas”, lamentó el empresario.
Esto se debe, continuó, a que es una empresa la que maneja el servicio y lo único que busca es recuperar su inversión, por lo que con este manejo discrecional lo que pretende es alargar los procesos para que las deudas sigan incrementando a su favor.
“Se nota que el surtir el agua es un negocio, primero lo que hacen es que mandan un cuentón impresionante, después ponen muchos requisitos para que la deuda siga creciendo, y ya al final negocian que el saldo acumulado de 100 mil pesos te lo dejan en 25 mil”, puntualizó Martínez Otero.