Por Shanik David
El pedir la cabeza de Alejandro Santizo Méndez, secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) no es la respuesta ante el caso de los policías municipales que se vieron involucrados en redes de robo de combustible, pues primero es necesario llegar al fondo de las investigaciones para determinar si fue una acción cometida por mutuo propio de los uniformados o si se trata de un problema sistemático en la dependencia.
Esto lo comentó Carlos Montiel Solana, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, al insistir que “colgar a alguien por las decisiones y los actos de libertad de un subordinado es una exageración”, y que más allá de esto lo importante por el momento es que se haga una investigación y detectar si hay más policías que podrían estar involucrados en este tipo de acciones.
Tendría que ser la autoridad competente al interior del ayuntamiento la que haga las revisiones necesarias para determinar si se trata de una red de complicidad o un acto aislado de dos policías para que entonces el alcalde pueda tomar las decisiones correspondientes, insistió el empresario.
“Si se determina que no son los únicos involucrados en estos delitos tendría que haber medidas por parte del presidente municipal en torno a una limpia hacia el interior de la corporación”, sugirió Montiel Solana, pero en caso de que se encuentre que fueron sólo los dos policías ellos deberán enfrentar las consecuencias legales de sus actos.
Pero el tema no se debe quedar hasta ahí sino que la SSPTM debería generar programas para prevenir que se vuelvan a presentar este tipo de situaciones hacia el interior de la dependencia, aunque insistió que la renuncia de Santizo Méndez no sería lo más óptimo.
Fue el viernes 10 de febrero que la policía estatal detuvo a dos policías de la capital en la zona de Chachapa custodiando camionetas con combustible robado, pero sólo fueron acusados por delitos del fuero común y no por sus nexos con los llamados huachicoleros.
