Por Alejandro Mondragón
A las sobrinas del Tío Poncho (Alfonso Esparza Ortíz, rector de la BUAP) les crecieron las uñas.
Es el caso de una de ellas: Norma Beatriz Castorena Labastida, quien fue removida de su puesto en Tesorería.
Una auditoría arrojó varios “detallitos contables”, por lo que Esparza, su tío, resolvió mandarla al Centro Universitario de Vinculación y Transferencia Tecnológica (Cuvytt) para evitar cualquier escándalo.
El Tío Poncho de solapador, pero es lógico.
Mire, el Centro Universitario de Dirección Empresarial, localizado en el barrio de Analco, estaba en la quiebra por la falta de alumnos.
De la noche a la mañana empezó a florecer, pues ahora 400 alumnos de Psicología de la BUAP ahí toman clases y además recibe una jugosa renta.
¿Dónde está el detalle?
Simple. El rector Esparza se asoció, unió, alió, arrejuntó, pegó o como quiera llamarle con su amigo y operador en Contaduría de la BUAP, David Riveroll Vázquez, y el CUDE goza de cabal salud.
Tan lucrativo el dinero de los universitarios. Como en los viejos tiempos.
Esos Riveroll que están metidos hasta en la Tesorería.
Nada cambia, la transa sigue en la BUAP.
La herencia de Moreno Valle a Gali.
Por algo, Esparza siempre jugó con Blanca Alcalá, a través de Jorge Estefan Chidiac, líder estatal del PRI.
